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Dos formas de resistencia

Las prácticas de dominación cotidiana de las mafias pueden ser tan oprobiosas...

11 de enero de 2014 Por: Gustavo Duncan

Las prácticas de dominación cotidiana de las mafias pueden ser tan oprobiosas que uno se pregunta por qué las comunidades no organizan alguna forma de resistencia armada. Luego de ser extorsionado, secuestrado, expropiado y desterrado llega un punto en que no queda nada distinto a defenderse.La literatura de ciencias sociales sostiene que por lo general los dominados no plantean una resistencia abierta porque no disponen de los recursos ni de la organización. El dinero de las drogas y los ejércitos privados son una fuerza disuasiva contundente para cualquier comunidad. Si además esta comunidad no dispone de mayor influencia sobre las instituciones del estado sus oportunidades de resistencia son aun menores. No queda nada distinto a esperar sumisión frente al oprobio.Pues bien, México acaba de demostrar que aún en condiciones desiguales de recursos, organización e influencia la población es capaz de plantear resistencia armada al narcotráfico. Las autodefensas de Michoacán han sido capaces de expulsar a los narcotraficantes de varios municipios de la región. Cansado de los abusos de los Caballeros Templarios, José Manuel Mireles organizó un grupo de autodefensas en Tepalcatepec. Su experimento tuvo tanto éxito que surgieron nuevos grupos en otros municipios.La lección para los Caballeros Templarios, y de paso para los científicos que estudian las razones de la obediencia social, es que no todo depende de los equilibrios de fuerza. La dominación puede ser oprobiosa pero si rebasa ciertos principios morales establecidas en la relación entre dominadores y dominados la resistencia puede estallar.En un principio la comunidad soportó los secuestros y las extorsiones generalizadas de la mafia. A fin de cuentas los productores recuperaban el cobro por extorsión al aumentar los precios finales del ganado y de las tortillas. “El problema detonó -afirma Mireles- cuando empezaban a llegar tu casa y te decían me gusta mucho tu mujer, ahorita te la traigo, pero mientras me bañas a tu niña porque esa si se va a quedar conmigo varios días y no te la regresaban hasta cuando estaba embarazada”. La mafia había atravesado el umbral de lo moralmente aceptable.Las comunidades que se rebelaron a los Caballeros Templarios no estaban compuestas por campesinos miserables y marginados. No estaban habituados a semejante grado de humillación “Así como le llegaban a la gente pobre de los ranchos, así le llegaban también a los ganaderos más ricos”. Eran sectores medios, muchos de los cuales tenían preparación universitaria y propiedades. Aunque sus recursos no eran competencia frente a la riqueza de los Templarios tenían los medios mínimos para organizar una resistencia.¿Quiere decir el caso de las autodefensas que los pobres y marginados están condenados a la obediencia en condiciones oprobiosas? Más bien quiere decir que la inequidad en una sociedad se expresa hasta en sus formas de resistencia.Las comunidades marginales de México también se sacuden de la dominación de las mafias. La diferencia es que las organizaciones que surgen adoptan las mismas formas de las mafias dominantes. De hecho, los Caballeros Templarios surgieron como resistencia a carteles de otras regiones como los Zetas y Sinaloa. Los recursos de la droga y la violencia eran los únicos medios disponibles para resistir. En el largo plazo se convirtieron en medios para dominar.