Oasis
Alégrate si comprendes que todos los mandamientos, normas, leyes y prohibiciones no son divinas, son humanas.
Alégrate si comprendes que todos los mandamientos, normas, leyes y prohibiciones no son divinas, son humanas.
Es comprensible que los credos las presenten como ‘palabra de Dios’ para que los creyentes obedezcan sin pensar ni cuestionar.
Dios y los espíritus en el cielo o la Luz no tienen leyes porque son amor y el amor todo lo ilumina y lo abarca.
Nada de lo que te piden las religiones es necesario fuera de amarte y amar. En ellas hay oro y barro, síguelas si te ayudan, pero Dios no lo pide.
Él no pide nada exactamente porque es Dios y lo único que desea es que también tú seas amor y, por lo mismo, desamor.
Esto que te digo me hubiera llevado hace siglos a mí o a ti, si lo aceptas, a la hoguera o a una prisión.
Gracias a Dios se vive un despertar de consciencia y de liberación, aunque los credos puedan condenarlo; no siempre.
Hay que respetarlos y seguirlos si te llevan a amarte y amar, ya que, si no es así, ¿en qué andas?, ¿cómo?, y ¿para qué?