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Cuando el mal te hipnotiza no reflexionas y entonces no hay sentimientos, ni amor, ni familia, ni gratitud, ni nada. Estás ciego y sordo.

24 de febrero de 2020 Por: Gonzalo Gallo

Cuando el mal te hipnotiza no reflexionas y entonces no hay sentimientos, ni amor, ni familia, ni gratitud, ni nada. Estás ciego y sordo.

¡Dale consejos al adicto o al que está tercamente enamorado de un ser perverso, falso o inmaduro! Es más fácil lograr que el agua del río reverse.

No. Esa persona tiene en 'off' la consciencia y es como esos ñus que se lanzan en tropel al río infestado de cocodrilos en África.

Al humano le gusta estrellarse, sufrir y hacer sufrir, tocar fondo o, en lenguaje de los adictos rehabilitados, 'comer mierda'.

¿Cuánta? Su ego lo decide y puede perder a su familia, amistades, puesto y casa. No importa, él o ella, quieren seguir comiendo mierda.

Duele ver hasta qué grado de inconsciencia bajan las personas, como
‘primates con ropa’, lo que es una ofensa para los primates.

Sincérate y mira si estás en ese laberinto oscuro, en ese pantano. Hay salidas si tienes humildad para buscar ayuda.

Sin ella no hay nada que hacer y lo saben bien en Alcohólicos Anónimos ya que sus 12 pasos salvadores son de nota 10 en humildad y de cero ego.

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