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Una boda tradicional japonesa se celebra según un ritual sintoísta y los novios visten hermosos kimonos.

Se hacen oraciones, ofrendas a sus dioses o Kamis, intercambio de anillos y palabras de compromiso.

Al final se hace el rito más importante llamado ‘San San Kudo’: El celebrante sirve sake, licor de arroz, en un vaso tres veces.

El novio lo bebe poco a poco tres veces, y la novia también bebe tres veces del mismo vaso. Este ritual se repite tres veces.

Esos tres sorbos simbolizan lo divino del cielo que bendice, lo terrenal y a los seres humanos que se unen.

Es interesante ver cómo los rituales de bodas en las distintas culturas ponen el énfasis en la unión de la pareja.

Una unidad que sólo es real si cuidan su amor y ese brilla en comprensión, paciencia, respeto, generosidad, lealtad, confianza, perdón y ternura.

Cuando se cultivan estos valores y hay espiritualidad, entonces las crisis se superan y el amor es perdurable.