El pais
SUSCRÍBETE

Oasis

Cada vez que me pongo una máscara, lo hago para tapar mi realidad fingiendo ser lo que no soy. Lo hago para atraer a la gente.

14 de agosto de 2020 Por: Gonzalo Gallo

Cada vez que me pongo una máscara, lo hago para tapar mi realidad fingiendo ser lo que no soy. Lo hago para atraer a la gente.

Luego descubro que sólo atraigo a otros enmascarados y alejo a los demás, debido a un estorbo: la máscara.

Cuando me pongo una máscara, lo hago para evitar que la gente vea mis debilidades o flaquezas.

Luego descubro que no ven mi humanidad; y al no ver lo que soy, sólo ven a la máscara.

Cada vez que me pongo una máscara lo hago para preservar mis amistades y el amor de los demás.

Después descubro que si pierdo un amigo por no haber sido auténtico, es que realmente no era amigo mío, sino de la máscara.

Uso una máscara para evitar ofender a alguien y ser diplomático, pero lo que ofende a las personas al intimar, es la máscara.

Me pongo una máscara convencido que es lo mejor que puedo hacer para ser amado, y salta la gran paradoja: lo que más deseo lograr con mi máscara, es precisamente lo que impido con ella.

Sigue en Instagram @Gonzalogallog

AHORA EN Gonzalo Gallo