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¿Educadora confundida?

En un reportaje el periodista transcribe lo que el entrevistado dice. No...

17 de mayo de 2016 Por: Gloria H.

En un reportaje el periodista transcribe lo que el entrevistado dice. No es un trabajo de investigación. Y si el entrevistado afirma que ‘él es Dios’, el periodista puede inquietarse, dudar, preguntar, pero en definitiva consigna lo que le dijo el entrevistado.Traigo a colación esta introducción para referirme a la entrevista que el viernes la revista Gente le hizo a la educadora Maritza Uribe de Bonilla, dueña del jardín Infantil Críos. Sus declaraciones han causado inmenso malestar porque no hay actitud más desagradable que creerse ‘únicos e insustituibles’. En provincia decimos que a veces los bogotanos tienen unos aires de superioridad atropelladores puesto que actúan como si ‘colonizaran’ al resto del país. Se consideran ‘los más’ puesto que creen que están rodeados de personas ignorantes, provincianas y pueblerinas. Qué hartera. Alguien lo explicaría como ‘la culera bogotana’. Pues bien, en la entrevista Maritza cuenta cómo ella, llegó a Cali desde Bogotá hace 27 años, después de estudiar en Toronto. Aquí, descubrió e implementó cosas que ‘nadie había realizado en Cali’. ‘Al principio muchos la miraron con extrañeza porque su jardín infantil fue el primero que…’. El reportaje es descrestante: ella fue ‘la primera’ que consideró importante que un médico, un psicólogo y una fonaudióloga estuvieran de planta en un jardín infantil. Fue la primera que aprendió ‘hechos que nadie más conocía’ en Cali. Supo de conexiones cerebrales en el mundo de los niños y trabajó por áreas ‘como nadie más lo había hecho en nuestra tierra’. Sus respuestas son molestas y chocantes por presuntuosas y equivocadas. Para un grupo de educadoras y directoras de jardines Infantiles, mucho más antiguos que Críos de 27 años, Maritza está faltando a la verdad desconociendo lo que había antes de que ella ‘nos alfabetizara’: instituciones educativas de trayectoria con trabajos serios de investigación en educación infantil. Pero Maritza, se cree ‘la primera’. Nadie como ella había logrado ver y aprender lo que le aportó a la ‘ignorante Cali’. Ella ‘sorprendió’ (¿a quienes?) con su saber… En lo que sí fue pionera fue en cobrar matrícula 2 veces por año. ¡Nadie lo hace como ella!Lo que impacta es que sea una educadora con conocimiento, experiencia y conciencia la que pueda expresar (y creerse) esas ‘verdades’ totalmente contrarias a la realidad. ¿Por qué la mentira y la distorsión se están convirtiendo en algo habitual en el diario vivir?, ¿Así educamos y transmitimos valores?, ¿Por qué mi fantasía la propago como verdad universal? Existen tantos hechos y datos que ‘tumban’ la teoría de la directora de Críos. Las Escuelas Maternales en Cali y la Asociación de Preescolar del Valle desde esa época eran pioneras en Colombia en trabajos interdisciplinarios de avanzada en el campo de la educación infantil. Si Maritza lo desconocía no significaba que no existieran. Si no encontró jardín para su hija, no significó que no los hubiera y de excelente calidad y conocimiento. ¡Qué coincidencia! Me pregunto si esta idea de creerse su propio cuento tiene algo que ver con el apellido cualquiera que sea su región. ¿Será que el ‘Uribe’ tiene incluido un gen de distorsión de la realidad? Sobre el tapete la harta sensación de una mentira descomunal de una educadora confundida. Sigue en Twitter @revolturas

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