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Donde están los estúpidos

A diferencia de Diego Martínez, yo sí creo que la civilización occidental...

14 de noviembre de 2016 Por: Gloria H.

A diferencia de Diego Martínez, yo sí creo que la civilización occidental está mostrando como nunca el fracaso de sus paradigmas. No es un problema de estupidez sino la señal de una nueva estratificación social, mucho más aguda que todas las anteriores: no son diferencias por dinero, poder, sexo, educación, religión o casta. Es la diferencia entre la evolución y la elementalidad. Si lo quiere mas concreto entre los seres conscientes y los inconscientes. El trabajo no consiste en ubicar “donde están los estúpidos” sino en poder mostrar que así como existen los llamados estúpidos, también están los intelectuales y los homosexuales, las minorías y las mujeres, los medios y las redes, por decir lo menos. El error radica en creer que debemos ser iguales para seguir adelante, lo que no es cierto. Cada quien tiene derecho al nivel de estupidez que quiera pero es obvio que existe la elementalidad y mientras unos van más adelante, otros van más atrás. ¿Quiénes lideraran el futuro? He allí la pregunta del millón. Las distintas formas de enfocar los hechos nos jalonarán hacia el bando de las bestias o hacia el lado de los dioses. Theilhard de Chardin decía que “estamos a mitad del camino” y todo indica que en este momento jalonaron los elementales.Los llamados intelectuales o Medios no ‘sintonizaron’ con la masa, en las diferentes elecciones (Brexit, Plebiscito de Colombia y presidenciales de USA) porque no están en el mismo nivel de evolución. ‘Miran’ distinto. Y así como es de complejo que un intelectual ‘analice’ como una persona elemental, igual sucede al contrario ¿Qué marca la diferencia? ¿La educación, el dinero, los ancestros, las naciones, la evolución, qué? Igualar por lo bajo o igualar por lo alto no es la respuesta. Debemos caber todos e intentar construir una sociedad pluralista. Aunque es necesario respetar la elementalidad, no significa ‘quedarse allí’. En cualquier parte del planeta Trump es un atropellador y el que la mayoría sea como él no es una justificación válida. Entonces, ¿para qué evolucionamos? ¿Para qué educamos? ¿Para qué se habla de respeto por la diferencia?No puedo, nunca ni jamás, ‘celebrar’ que un hombre que trata a las mujeres como Trump lo hace, pueda ser una buena elección. Y el que muchos ‘no lo vean’ porque les importa un bledo lo que este hombre haga con la mujer, o con los inmigrantes o con “todos los otros que no son como ellos”, siempre y cuando les devuelva su poder de machos, no avala la conducta del futuro presidente. Es la elementalidad, donde lo que prima son mis intereses. ¡Al diablo los otros! La ablación a la mujer es elemental pero creo que ninguno, con un mínimo de educación o evolución, la valida porque otros la consideren ‘necesaria’. ¿Retrocedemos o avanzamos? En el lado de los llamados intelectuales existen múltiples errores que deben modificarse. Pero eso no avala el ‘retroceso’. El dicho popular señala que “un bobo pedaleado mata a su mamá”. Entonces, ¿qué es mas peligroso: la ignorancia pedaleada por los vivos o la astucia de los vivos cuando desconocen a la masa? Tenemos que ‘caber’ todos. Los estúpidos pueden estar en cualquier bando. Pero es obvio que la masa nunca ha sido la que mueve al cambio o jalona la evolución. Ella solo ‘obedece’. Y hoy el mundo, desde lo elemental, obedeció.

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