El pais
SUSCRÍBETE

¡Claro que influye!

Y qué bueno que influya. Me estoy refiriendo a la presencia de...

13 de diciembre de 2011 Por: Gloria H.

Y qué bueno que influya. Me estoy refiriendo a la presencia de Carlos Alfonso Lucio en la vida de Vivianne Morales, fiscal general de la Nación. Dudar de esa influencia es no conocer el sentido real de una relación de pareja adulta donde fluyen el amor, la complicidad, la diferencia y la inteligencia. El tener un compañero con el que se puedan intercambiar ideas, creencias, experiencias y conceptos, es una de las circunstancias más enriquecedoras de una relación. Y mucho más si existen diferencias porque esa diferencia enriquece la propia concepción de la vida. El problema está en que la Fiscal (pareciera) que se asustó y no enfrentó con la misma vehemencia la presencia de él en su vida como un elemento valiosísimo de su ser y de su evolución. Porque cuando yo acepto que un compañero o compañera influya en mi vida por el aporte que puede entregar desde la óptica diferente de enfocar los hechos, no significa ni que yo me he vuelto bruta, ni que perdí el criterio o que me voy a dejar manipular. La diferencia, definitivamente, enriquece porque evita la uniformidad. ¿Qué tal el caso del Procurador con una compañera más fanática que él, hablando de lo mismo, pensando igual y ‘fortaleciéndolo’ en su rigidez moral? Aquí sí veo peligro porque no hay manera de ‘airear’ un criterio.Pero Lucio, tal cual es, desde lo que es, con su trayectoria, es realmente una voz diferente que permite ayudar a ver otras posiciones sin necesidad de imponerlas. No hay que olvidar que se aman y el amor adulto y maduro es un amor de respeto, claridad y fluidez. Cuando existe el amor adulto, uno no se embrutece, tampoco se deja manipular, pero sí es muy gratificante contar con alguien a nuestro lado que desde su manera diferente de vida, aporta elementos para un análisis. Qué envidia poder ‘escuchar’ un dialogo entre dos seres como ellos: inteligentes, capaces, experimentados y que se aman, qué chévere. En Colombia soñamos con una sociedad pluralista, sin embargo, no podemos aceptar que un hombre y una mujer, de posiciones diferentes, puedan ser pareja y desde el amor respetarse y crecer. Si no aceptamos que dos lo puedan hacer, ¿cómo esperamos que 40 millones lo logren? El problema está en que Viviane tenga de pareja un hombre con una vida tan sui generis. La diferencia nunca es atropelladora cuando existe el respeto y se concilia. Por el contrario, enriquece como ninguna otra. No logro entender qué es lo que se le reprocha a esta mujer, cuya claridad y verticalidad son parte de su esencia. ¿Que se haya enamorado y casado con un hombre ‘diferente’? ¿Que sea Fiscal de la Nación y esté al lado de un hombre con un pasado como el de Lucio? ¿Qué se espera? ¿Que no tenga emociones, que no sienta, que no ame, que sea ‘imparcial’ totalmente? ¿Estarán buscando una extraterrestre?En nuestro medio para interpretar y juzgar, algunos periodistas se vuelven verdaderos depredadores humanos con un tufillo machista impresionante (aun cuando sean mujeres las que cuestionan). Estamos hablando de amor, de conciliación, de diferencia, de emociones, de criterio, de leyes. Vivianne Morales es humana y ‘alguna’ influencia recibirá de cualquier lado y por ello no se la puede cuestionar. Los actos humanos son interpretables, por lo tanto susceptibles de miradas diferentes. Lo que genera confianza en la actitud de la Fiscal es su rectitud y compromiso. Tiene a su lado un hombre que la ama pero no por ello, tiene que embrutecerse hasta el punto de perder su criterio. ¿Tan difícil de aceptar?

AHORA EN Gloria H