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La música en Cali

Hasta los años iniciales de la década de 1950, en la ciudad...

19 de marzo de 2012 Por: Germán Patiño

Hasta los años iniciales de la década de 1950, en la ciudad la música fue lo que debía ser: un espectáculo artístico en vivo, que se producía por acción de intérpretes de instrumentos musicales, que entraban en estrecha relación con el auditorio, bien se tratara de audiciones o bien de fiestas y agasajos diversos.Ya existía la radio y también las diversas formas de reproducción del sonido, pero aún se acostumbraba a festejar con la presencia de músicos, por lo que la interacción entre audiencia y artistas era fluida y mutuamente beneficiosa. Pero aquello estaba cambiando para siempre.De esa época nos quedan unas pocas grabaciones en materia de música popular, que llaman la atención por la calidad de las agrupaciones y también de los cantantes. Pienso en Raúl López, cantando la inmortal “Juanita bonita”, o Luis Ángel Mera con su espléndida versión de “Babalú”. De esas grabaciones sabemos los nombres de los cantantes, pero, ¿quiénes eran los músicos que los acompañaban?Alejandro Ulloa me comentó que existen cerca de 70 temas cantados por Raúl López, pero nada sabemos sobre cuándo y dónde los presentó, qué músicos lo acompañaron en la interpretación y ni siquiera dónde los grabó. Lo mismo sucede con Luis Ángel Mera y otros como ellos.Pareciera, además, que la década de 1950 también fue especial para la música en el Valle del Cauca. Tal vez no con las dimensiones que se alcanzó en el Caribe colombiano, donde coincidieron gigantes de la talla de José Barros, Lucho Bermúdez, Pacho Galán y José María Peñaloza, entre otros. Pero aquí tuvimos a Edmundo Arias, Raúl López, Luis Ángel Mera, Petronio Álvarez, Tito Cortez y ‘Caballito’ Garcés. Los dos últimos tumaqueños, pero presentes en la movida musical de Cali y Buenaventura.Pero sabemos muy poco de ellos y prácticamente nada de los músicos que los acompañaban. Es como si no nos importara nuestra propia tradición. Como si cada muchacho al que le da por interpretar un instrumento partiera de cero y estuviera obligado a inventárselo todo. Parece olvidársenos que los que hacen cosas importantes, en cualquier campo de la actividad humana, es porque sobrepasan las realizaciones del pasado, lo que pueden hacer gracias a que las conocen.Sé que María Victoria Casas y Manuel Sevilla, de las universidades del Valle y Javeriana, están investigando estos asuntos, pero la tarea es tan grande que requiere de muchas más personas. Debiéramos comenzar por tener buenas biografías de Tito Cortez, ‘Caballito’ Garcés, Raúl López, Edmundo Arias y Luis Ángel Mera. Los melómanos y coleccionistas por saber de la música que hicieron estos personajes, en vez de engolarse con los conocimientos que tienen de las canciones de Celia Cruz o la orquesta cubana Melodías del 40.Aquí, melómanos y coleccionistas son sabios inútiles, que lo saben todo de la música popular cubana, portorriqueña y neoyorquina, pero ignorantes ofensivos en lo que respecta a nuestra música y a nuestros músicos.Debieran comenzar por hablar con Helcías Truque, para que les muestre los archivos de la Sociedad Musical del Valle, que agrupaba a los músicos que trabajaban en la comarca desde la década de 1940, y que se caracterizaban por la defensa de la música en vivo y el mantenimiento de nuestras tradiciones musicales. Menos carreta y más estudio, es lo que necesitamos.