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Juicio necesario

Siempre me ha parecido algo extraño que los procesos por paramilitarismo se...

30 de septiembre de 2013 Por: Germán Patiño

Siempre me ha parecido algo extraño que los procesos por paramilitarismo se hayan concentrado en regiones del país diferentes a Antioquia.Parece que ahora, bastante tarde, pero ¡al fin!, las cosas comienzan a enderezarse. El hecho principal, que se originó en la propia capital de Antioquia, lo produjo, no un periodista acucioso, sino una autoridad judicial, lo que significa que existieron análisis de pruebas y evaluación de circunstancias de modo, tiempo y lugar que, hay que decirlo, muchos habían advertido a tiempo, pero siempre se les contestó: “Bueno, si es así, ¿por qué no hay un llamamiento a juicio?”.Pues bien, ahora lo hay y lo solicitó la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín. Y lo hizo apuntando al blanco más grande: el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Pese a la importancia de ese documento judicial, en nuestro entorno ningún medio ha publicado el documento completo de ese Tribunal de Justicia. Por eso hoy quiero hacerme eco del boletín de prensa que emitió ese Tribunal, pues lo que allí se afirma es realmente grave.Alvaro Uribe “mientras se desempeñó como Gobernador de Antioquia … no sólo concibió y desarrolló el proyecto de Coosercom como un laboratorio del paramilitarismo, sino que ha sido señalado como uno de los 6 o 12 líderes que definían y orientaban la política de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá... está detrás de la promoción, impulso y apoyo de las Convivir en Antioquia, que van a ser un germen del paramilitarismo, entre las cuales se cuenta la Convivir Papagayo, la más emblemática de todas, y a las que tenía el deber de hacerles seguimiento, de conformidad con los decretos de ley. Está detrás de la hacienda Guacharacas, donde se asentó la Convivir El Cóndor y que, al decir de Jhon Fredy González Isaza, eran los mismos paramilitares y cuyo administrador era un colaborador de éstos. Está detrás de la pacificación de Urabá durante su período como Gobernador, que él exaltó y promovió como un ejemplo nacional, realizada de la mano del General Rito Alejo del Río y los paramilitares de la región. Está detrás del homenaje de desagravio realizado en el Hotel Tequendama a dicho General, después de haber sido retirado por sus vínculos con los paramilitares, para el cual vino exclusivamente desde el exterior y actuó como oferente y orador”.“Está detrás de las omisiones en la masacre del Aro, de la cual fue informada la Gobernación a su cargo desde su comienzo y que no se le pudo ocultar por la gravedad de la situación y a cuya comunidad no le brindó apoyo durante 7 días y luego desmintió las denuncias. Está detrás de la Operación Orión y la toma de la Comuna 13, realizada concertadamente con los paramilitares del Bloque Cacique Nutibara con el fin de eliminar el último bastión de las milicias urbanas y consolidar el dominio de dicho bloque, como lo reconoció Diego Fernando Murillo Bejarano, que él ordenó y a cuya iniciación y despliegue asistió”.Todo esto dice el Tribunal de Medellín y mucho más que no alcanzo a transcribir. Y que envió a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, con copia a la Corte Penal Internacional. La primera no hará nada, como es usual.Pero los colombianos, ¿votaremos por un sujeto así enjuiciado?