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Aprender a competir

A veces hay que cambiar de tercio para no aburrir a la...

20 de febrero de 2012 Por: Germán Patiño

A veces hay que cambiar de tercio para no aburrir a la gente. Pese a que hay tantos temas políticos que requieren de notas al margen –celebro que Julio César Londoño me haya quitado la preocupación por el caso del siquiatra Restrepo y su fuga sorpresiva-, me pareció que era buen momento para comentar un asunto en el que a los colombianos no nos va bien, pese a todo lo que se habla al respecto.Se trata de la competitividad, esa fea palabreja que se asume como virtud, y que lo es a nivel de sociedades u organizaciones, pero nunca a nivel de las personas. Una empresa puede ser competitiva y eso está bien, pero si Pedro Pérez se vuelve competitivo se transforma en un ser humano espantoso. El ciudadano debe ser altruista y solidario, nunca competitivo.Ahora bien, si repasamos los doce puntos de la competitividad, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, veremos que nuestra sociedad, la colombiana, se encuentra muy atrás:1. Instituciones. Es una de las grandes debilidades colombianas, en especial en lo que se refiere a la Justicia, pero también en los ámbitos político y económico. Aquí no funcionan ni la policía, ni la Constitución.2. Infraestructura. Aquí si nos va como a los perros en misa, con un atraso considerable, que nos coloca por detrás de Ecuador y Bolivia, entre otros países. Además, en el sector se concentra la corrupción contractual. 3. Ambiente macroeconómico. Algo mejor, pero tal vez porque no depende exclusivamente de nosotros.4. Salud y educación primaria. Un ítem vergonzoso, pese a todo lo que se habla al respecto.5. Educación superior y capacitación. Otro punto flojo. No hay ni una sola universidad colombiana, ni pública ni privada, que se encuentre siquiera cerca de ser considerada una “universidad de clase mundial”. Y ni siquiera figuramos entre las universidades latinoamericanas de rendimiento superior. 6. Eficiencia del mercado de bienes. Poco que hablar, las deficiencias en infraestructura impiden que haya alguna eficiencia en este aspecto. 7. Eficiencia del mercado laboral. Nada bueno, la economía informal prima y hasta los contratos de trabajo se han acabado.8. Desarrollo del sistema financiero. Débil, con bajo índice de bancarización y constante abuso de los usuarios. 9. Disponibilidad de tecnología. Estamos siempre a la penúltima moda, y no podría ser distinto cuando las empresas no invierten en investigación y desarrollo.10. Tamaño del mercado. Pequeño. 11. Sofisticación de la gestión de negocios. La forma en que los primos Nule hacían negocios lo dice todo.12. Innovación. Tal vez para la trampa y la corrupción, pero la baja calidad de la educación y la nula inversión en investigación y desarrollo lo dice todo al respecto. Así estamos. Y es una pena que el espacio de la columna no alcance para entregar la carga de la prueba de cada una de las afirmaciones que acompaña cada ítem, porque entonces serían más contundentes. Por eso es que todos los expertos colombianos en competitividad me parecen simples charlatanes.Ojalá las universidades, sobre todo las privadas, se concentraran en el análisis de los factores de los que depende la competitividad, con independencia y espíritu crítico, y abandonaran los Seminarios sobre Competitividad donde reinan charlatanes y se estafa a los asistentes. Hay que ser arisco con este tema.