El pais
SUSCRÍBETE

Lecciones, tras los comicios

Después de concluidas las elecciones regionales del 31 de octubre, quedan varios...

10 de febrero de 2017 Por: Gerardo Quintero

Después de concluidas las elecciones regionales del 31 de octubre, quedan varios aspectos por analizar y descubrir en el nuevo espectro político regional.LOS GANADORESTriunfador inobjetable, el médico Rodrigo Guerrero, quien salió de sus cuarteles de invierno para brindarle el último servicio a la ciudad. El médico no tiene nada qué perder, no tiene ambiciones políticas y puede pasar a la historia de la ciudad como el hombre que recondujo a la capital del Valle, le dio una vuelta de tuerca y construyó nuevos liderazgos. Se tendrá que cuidar de los apetitos burocráticos de quienes lo acompañaron y construir un gabinete y un gobierno de inclusión en el que desbarate los argumentos de aquellos que lo señalan como el alcalde de la oligarquía.La U, con la cacica Dilian Francisca, quien obtuvo casi la totalidad de alcaldías de este movimiento y sacó concejal a su sobrina Audry Toro. También ganó el senador Roy Barreras, quien sacó concejal a su hijo, que sin haber comenzado su gestión en el Cabildo ya quieren ponerlo en el partidor para la Alcaldía de Cali.Ganaron el Partido Verde y el Mira, que lograron meter concejales en Cali. El primero también logró la disputada alcaldía de Yumbo.Hasta ahora, ganadores los Juan Carlos: Abadía y Martínez, quienes a pesar de sus líos con la justicia lograron que Héctor Fabio Useche alcanzara la gobernación del Valle.PERDEDORESEl senador y líder del partido conservador en el Valle, Germán Villegas, quien no pudo sacar adelante la alcaldía de su pupilo Milton Castrillón. Por cuenta de las alianzas de éste último con el PIN, Villegas terminó (así no lo quiera y diga ahora que no es así) metido en el mismo barco y tratando, ahora, de apagar el incendio de una alianza que le cobrarán siempre en el futuro como si él la hubiera hecho. Lo paradójico es que si bien no la realizó, tampoco públicamente nunca la rechazó y tampoco se apartó definitiva y claramente de Castrillón. Las diferencias entre pupilo y maestro, derivaron en que Castrillón abrirá tolda aparte y definitivamente se enganchará con la Gobernación de Useche.Perdieron viejos caciques del concejo como el liberal Orlando Chicango, que aunque sacó a su hijo para la Asamblea no pudo retener su sempiterna curul en el Cabildo. Tampoco logró curul José Tyrone Carvajal, quien una vez más se quemó. A la lista de perdedores se suman los aliados de Juan Carlos Martínez que sólo lograron 6 alcaldías de las 21 que decían tener y cedieron el control de Buenaventura.Perdió el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, quien a pesar de su alta popularidad no pudo consolidar un candidato propio para la Alcaldía de Cali y, además, su aspirante al Concejo, Alfredo Valenzuela, se quemó.Perdió el destituido gobernador Juan Carlos Abadía, quien no pudo meter a dos de sus pupilos ni en el Concejo (Alvaro Monedero) ni en la Asamblea (Jaime Aguilar), aunque dicen que al final no estaba respaldando a ninguno de los dos. Sin embargo, también ganó con Carlos Hernán Rodríguez (Concejo) y el polémico ex alcalde de Yumbo Carlos Alberto Bejarano (Asamblea)El senador del Polo Alexánder López no logró que su candidata María Isabel Urrutia logrará credibilidad ni confianza entre los caleños. El discurso de lucha de clases esta vez no cuajó y la aspirante quedó en un lánguido tercer lugar. En el Concejo el Polo también perdió una curul y se evidencian los roces y las diferencias ideológicas entre la izquierda radical y la de centro.QUE PUEDE SUCEDER A FUTUROPor los lados de la Alcaldía de Cali se puede prever una encarnizada lucha por parte de las fuerzas que apoyaron a Guerrero para posicionarse en las secretarías más visibles. Los dos jefes de la U regionales, Roy Barreras y Dilian Francisca Toro, sostendrán un duro pulso para afinzarse como electores y jefes de la burocracia del Valle, por lo que Guerrero dependerá mucho de su habilidad mantener el equilibrio en su gabinete. Además, tendrá a Podemos Cali, la ASI, el movimiento de Angelino Garzón, el liberalismo y Cambio Radical, en la lista de espera.La ventaja para Guerrero es que todos los movimientos se plegaron a su campaña y él tiene la sarten por el mango. Como no tiene aspiraciones políticas posteriores, fácilmente puede torear los embistes burocráticos sin quedar mal con nadie. El médico tiene ventaja y puede conformar un gabinete con los mejores de cada movimiento y tener un equipo de lujo. Esa es la gran expectativa y la gran esperanza para la ciudad. Si construye un gabinete de alto reconocimiento, honesto y que ejecute los dineros públicos, la capital del Valle puede sumarle a las obras iniciadas por Jorge Iván Ospina, la recuperación de imagen en el concierto nacional y una proyección internacional que hace muchos años no tenemos.Por los lados del Concejo, lo que se avizora es un duro enfrentamiento entre el ala dura y veterana del Concejo, encabezada por los liberales Carlos Pinilla y Clementina Vélez; los conservadores Fernando Tamayo y Albeiro Echeverry y el concejal de la U, José Fernando Gil, y los novatos, pero ambiciosos Roy Barreras y Audry María Toro (de la U); Jhon Jairo Hoyos y Harvy Mosquera (conservadores); Fabio Arroyave (de Cambio) y Michel Maya (de los verdes).Los primeros buscarán no dejarse quitar los espacios del Concejo y seguir liderando las negociaciones con la Administración local, mientras los segundos intentarán restar control a los veteranos, irlos sacando lentamente y construir un nuevo liderazgo dentro del Cabildo.Otros, como Patricia Molina (del Polo) serán las voces discordantes y seguramente encabezarán arduos debates al Gobierno de Guerrero con el propósito de lograr reconocimiento y audiencias entre los caleños. La mesa está servida para una confrontación de alquilar balcón.En lo que tiene que ver con la Gobernación del Valle, de mantenerse Useche, tendrá una gobernabilidad muy disminuida y tendrá que buscar, desesperadamente, figuras que maticen la falta de credibilidad que tiene en varios sectores. A eso obedece que haya propuesto a personas como doña Amparo Sinisterra, que lo acompañen en su gobierno. Sin embargo, la negativa de la señora Sinisterra advierte que esa búsqueda no será fácil y le será muy difícil conseguir la aceptación de personajes de la región porque no quieren ser arropados con la misma cobija con la que se cubren Juan Carlos Abadía y Juan Carlos Martínez. Esto conducirá a que tengamos un gobierno departamental prevenido, que será objeto de las más duras críticas ante cualquier movimiento sospechoso de alguno de sus integrantes. Su capacidad de maniobra será muy reducida y los ojos de todas las entidades de control estarán encima de la contratación, proyectos y programas que lidere la Administración Useche.Un mismo proceso vivirá la desprestigiada Asamblea, en la que el 30% de los electores no votó por ningún candidato. El rechazo de los vallecaucanos a los escándalos de las vigencias futuras, de la CVC, de Acuavalle, de lo que ocurrió en la Licorera, y los contratos que han terminado siendo tan lesivos para el Valle y en los cuales tuvo una amplia injerencia la duma departamental. Este organismo, sobre el cual no hay credibilidad ni confianza, estará en el ojo del huracán y tendrá que asumir una actitud crítica frente al Gobierno departamental para poder borrar la lánguida y cómplice imagen que dejó por cuenta de sus relaciones con Abadía.

AHORA EN Gerardo Quintero