El pais
SUSCRÍBETE

El arranque de Guerrero

No favorecieron las encuestas al alcalde Rodrigo Guerrero, al llegar a sus...

19 de abril de 2012 Por: Gerardo Quintero

No favorecieron las encuestas al alcalde Rodrigo Guerrero, al llegar a sus primeros cien días de gobierno. No me sorprenden los resultados porque las expectativas que se habían generado con la llegada del médico Guerrero fueron demasiado altas y el tiempo de medición muy corto para hacer un análisis juicioso de su gestión.Los antecedentes jugaban en su contra. Su antecesor, Jorge Iván Ospina, es un mago de la comunicación: mediático, sin temor al ridículo, no tenía problema en manejar cuanta volqueta se apareciera en su camino con tal de salir en la foto. Sus índices de aprobación lo demuestran, a pesar de los escándalos que rodearon su Administración.Hoy, tenemos un Alcalde más reposado, que sale muy poco en los medios de comunicación, al que la gente considera honesto, conocedor de la ciudad, pero que percibe ausente de las calles de la capital del Valle.Son dos estilos completamente opuestos: Ospina, confrontador, mediático, ‘showman’ y efectista. Guerrero, sobrio, poco amigo de salir en medios de comunicación, conciliador.A los caleños, sin embargo, parece gustarles ese estilo de verbo fácil, populachero, les gusta sentir a su Alcalde recorriendo las calles, montándose en el bus, manejando la volqueta, limpiando el parque, con escoba en mano. Y eso, definitivamente, no lo van a encontrar con Guerrero. Sin embargo, si el Alcalde caleño no le va a apostar a esa manera fácil de hacer política, le queda la opción de mostrar, entregar resultados, hacer que su gabinete hable por él. Es evidente que en esta Administración hay un problema de comunicación. El único que parece haberlo entendido es Alberto Hadad, el secretario de Tránsito. El resto de funcionarios, muy ausentes. De ahí la sensación de que esta Administración, sin ser del todo cierto, no despega. Son percepciones, porque en cien días es muy poco lo que se puede lograr, más en una ciudad con el presupuesto raspado. Dura tarea le corresponderá al alcalde Guerrero, pues tendrá que romper con un estilo que parece gustar mucho en la ciudad. Ahí estará su reto, hablar con hechos, con proyectos reales, con inversiones tangibles, con propuestas innovadoras en materia de seguridad. Guerrero deberá luchar contra la impaciencia de los caleños y mostrar resultados, de lo contrario su gestión puede quedar en el limbo de las buenas intenciones.

AHORA EN Gerardo Quintero