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A devolver la confianza

Qué reto enfrenta Francisco José Lourido en este año largo en el...

12 de agosto de 2010 Por: Gerardo Quintero

Qué reto enfrenta Francisco José Lourido en este año largo en el que tomará las riendas del Valle del Cauca. Por un lado tendrá que soportar la arremetida jurídica del ex gobernador Juan Carlos Abadía y los demás viudos del poder que lo acompañan y, por el otro, tendrá que blindarse de tal forma para evitar que los rezagos del ‘juancarlismo’ en la Administración central no le vayan a meter nuevos goles. Quienes lo conocen de cerca reconocen en Lourido un hombre serio, honesto, buena persona, que se preocupa por los demás y dado más al consenso que a las decisiones unipersonales. Características que lo acercaron al convaleciente Angelino Garzón y que jugaron en su favor para ser nombrado Gobernador del Valle. En sus primeras declaraciones debo confesar que percibí a una persona atribulada con las nuevas responsabilidades, sorprendida por el nombramiento y buscando en los vallecaucanos un respaldo a la gestión que emprende. Es natural, Lourido sabe que dependiendo de su desempeño puede pasar a la historia de la región como el hombre que se encargó de iniciar el proceso de limpieza de una cuestionada administración que no llegó a su fin por sus excesos.‘Pachito’, como le dicen sus amigos, tendrá que tomar el toro por los cuernos. Las zancadillas estarán a la orden del día y las presiones para no destapar las ollas podridas vendrán desde adentro y con mensajes de los que están afuera.Por lo pronto, Lourido tendrá tres ‘papas calientes’ para revisar desde ya: las controvertidas obras que se quieren hacer con vigencias futuras y que dejan empeñado al Departamento; el proyecto de venta de bienes del Departamento y la anunciada búsqueda de un socio estratégico para la Licorera. Pero además sería bueno que nos revelara cuánto realmente se gastó Abadía en hacerse publicidad, cuánto es el déficit del Departamento y en cuánto aumentó la deuda pensional. El nuevo Gobernador, sin embargo, tiene una tarea aún mayor y es devolverle a la ciudadanía vallecaucana la credibilidad en la política y sus instituciones. Demostrar con hechos que ‘el todo vale’ y el ‘atajo’ no son prácticas cotidianas a las que tenemos que acostumbrarnos y convivir con ellas. Lourido tiene el reto de señalar el camino para que el Valle se desprenda de prácticas corruptas que nos han convertido en la vergüenza política en el concierto nacional.

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