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Perdió el Valle

La pérdida de representación del Valle en el Senado no se compadece con su importancia política, económica y social

20 de marzo de 2022 Por: Vicky Perea García

Uno de los perdedores en las elecciones del pasado 13 de marzo fue el Valle del Cauca. Independiente del fortalecimiento de la izquierda y el debilitamiento de otros sectores políticos, preocupa su pérdida de representación en el Senado. Una nueva realidad que obliga a reflexionar sobre lo sucedido y a pensar en cómo trabajar articulados y velar por los intereses del departamento y del Pacífico, más allá de las diferencias ideológicas.

Hace cuatro años la izquierda tuvo la sexta votación al Senado del Valle con 102.533 votos, este año la más alta votación con 325.973; mantuvo las tres curules. En Cámara pasó de ser la novena fuerza política con 54.991 votos a ser la primera con 371.257 y de no tener representante a tener cinco. Dado que el Valle tiene 13 curules fijas en esta cámara, otros las perdieron; el Liberal, la ‘U’, el Centro Democrático y el Conservatismo.

Es diciente y preocupante que los partidos Liberal y Conservador, por segundo período consecutivo, quedaron borrados del Senado. El Liberal pasó de 160.519 votos en 2018 a 122.415 en 2022, una votación importante que se dispersó entre candidatos de otras regiones, y el conservador de 135.901 en 2018 a 97.098 en 2022; este no solo no eligió Senador, sino que el único candidato del Valle obtuvo 18.110 votos en el departamento.

También salieron cascados la Unidad Nacional y el Centro Democrático. La ‘U’ pasó de ser el partido más votado al Senado en 2018 con 257.854 a 248.979 en 2022; mantuvo una alta votación pero solo le alcanzó para dos senadores y en Cámara pasó de cuatro a tres curules. Centro Democrático pasó de 142.165 votos en 2018 a 131.162 en 2022; dado que el partido bajó en votación nacional, al Valle sólo le alcanzó para un senador.

Cambio Radical pasó de 160.747 votos en 2018 a 123.522 en 2022. Redujo en votación pero conservó tres senadores; en Cámara conservó una curul. El Centro Esperanza salió fortalecido: la Alianza Verde pasó de 93.512 votos para el Senado en 2018 a 142.417 en 2022. Pero no eligió Senador del Valle y en el caso de Cámara pasó de 101.545 votos a 124.504, eligiendo de nuevo a un representante; es decir, mantuvo su representación.

Este recuento, susceptible de variar respecto del Senado por el ajuste en los errores del preconteo, revela un hecho adicional muy preocupante: la pérdida de cuatro curules del Valle en el Senado; de 13 a 9 senadores. Con excepción de la ‘U’ y Cambio Radical, que votaron por candidatos de esta comarca, muchos lo hicieron por los de otra parte, bien porque encabezaban listas o los prefirieron, o no les importa la representación regional.

No es un fenómeno nuevo. Con los años pareciera ahondarse un desapego del elector del Valle por su representación en el Congreso. En gracia de discusión dirán algunos que no había buenos candidatos. Me inclino por creer que el problema es otro: no se valora ni defiende a la región como debería; si así fuese el Valle votaría más por candidatos del Valle. A ello se suma el fortalecimiento de la izquierda en detrimento de otras fuerzas.

Lo sucedido es preocupante no solo por su incidencia en la elección presidencial, que la tendrá, y posiblemente en las regionales del 2023, sino porque podría comprometer el desarrollo de la región. La pérdida de representación del Valle en el Senado no se compadece con su importancia política, económica y social, y Cali es la tercera ciudad del país. Lo anterior nos obliga a analizar las causas, a entender y querer más a Cali y al Valle, e introducir correctivos, y lo más importante: a trabajar unidos por la región en medio de las diferencias políticas.

Sigue en Twitter @FcoLloreda

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