El pais
SUSCRÍBETE

¿Celulares al colegio?

Quienes están en contra de la prohibición señalan que los estudiantes deben aprender a manejar de manera responsable los equipos móviles.

26 de agosto de 2018 Por: Francisco José Lloreda Mera

Tarde o temprano se iba a acentuar en Colombia la discusión sobre la conveniencia de prohibir o limitar el uso de celulares por parte de los alumnos en los colegios. No es un debate nuevo pues muchas instituciones educativas han fijado políticas al respecto en sus manuales de convivencia. Lo novedoso es la presentación de un proyecto de ley que proscribe su uso en las aulas, similar a la ocurrido recientemente en otros países.

Es así que hace dos meses el Ministro de Educación del Estado de New South Wales en Australia indicó que debían revisar el ingreso de celulares a los colegios y en Francia el parlamento acaba de aprobar una ley que prohíbe a partir de septiembre próximo el uso de estos equipos no solo en las aulas de clase (disposición que existe desde 2010) sino en todos los espacios y tiempo de los estudiantes en las instituciones educativas.

Entre las razones detrás de la decisión están: el que los celulares generan distracción en clase, los estudiantes interactúan menos, algunos los usan para hacer trampa en los exámenes, genera adicción y se presta para matoneo y mensajes inadecuados. Algunos estudios sostienen incluso que la desmejora en los resultados de las pruebas Pisa, que miden la calidad educativa, está relacionada con el uso de celulares en los colegios.

Quienes están en contra de la prohibición señalan que los estudiantes deben aprender a manejar de manera responsable los equipos móviles, que estos son una herramienta de aprendizaje y que los profesores podrían incentivar trabajos en clase utilizando los mismos, que los padres se sienten más tranquilos teniendo comunicación directa con sus hijos, y que si se prohíbe el uso de los equipos se las ingeniarán para utilizarlos.

En Colombia, el ICBF ha dicho que es inconveniente que los menores de 14 años usen celulares sin supervisión, que desde 2012 han recibido 2.895 denuncias por extorsión con fotos inapropiadas de niños entre 9 y 11 años tomadas por sus compañeros; que 7 de 10 adultos no están con sus hijos cuando navegan. El Ministerio de las TIC dice que el 52 % de los jóvenes sienten algún grado de ansiedad cuando están desconectados.

En esa misma línea, la psicóloga Kelly Maps dice que el colegio es un microcosmos de la sociedad y así como está prohibido el uso de celulares en una entrevista de trabajo no debe usarse en el aula. Igual sucede con los bancos y los aviones. “Saber que cierto comportamiento es aceptable en unos lugares y no lo es en otros, es esencial para que los jóvenes aprendan a utilizar de manera responsable los móviles”, señala Maps.

Pero al margen de la discusión sobre su conveniencia, está la legal. Si la decisión sobre el uso de celulares en los colegios debe ser de cada institución educativa en el marco de la autonomía escolar o si debe ser materia de ley como se pretende, siguiendo el caso de otros países, y si por ese camino terminará el Congreso -con buena intención- inmiscuyéndose en asuntos internos de los colegios y de las comunidades educativas.

Independiente de los argumentos expuestos, la pregunta debería ser, si el uso de celulares en el colegio contribuye al proceso de enseñanza-aprendizaje confiado a la institución educativa. Si no es así y si por el contrario hay elementos para afirmar que es contraproducente la política debería ser restrictiva. Varias generaciones estudiaron sin celular y no se traumatizaron, tampoco sus padres. Bienvenido el debate.
Sigue en Twitter @FcoLloreda

AHORA EN Francisco Jose Lloreda Mera