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México 2018-24

No les gusta la reelección. Pero se inventaron el sexenio. Seis años como período presidencial. López Obrador, populista de izquierda, ganará el próximo domingo el mandato que le otorgarán millones de mexicanos que reclaman otro modo de hacer las cosas...

29 de junio de 2018 Por: Fernando Cepeda Ulloa

No les gusta la reelección. Pero se inventaron el sexenio. Seis años como período presidencial. López Obrador, populista de izquierda, ganará el próximo domingo el mandato que le otorgarán millones de mexicanos que reclaman otro modo de hacer las cosas, un nuevo trato, que las cartas de la baraja se distribuyan de otra manera.

Después del gobierno autoritario del PRI (algunos dicen, la dictadura) durante 70 años llegó la alternativa, el partido PAN, en dos gobiernos representados por Fox en 2000 y luego Calderón en 2006. El PRI, partido alguna vez hegemónico regresó con Peña Nieto en 2012, quien desató muchas ilusiones… que sólo fueron eso.

Entonces, ahora se produce otra transición, bien diferente, hacia la izquierda, con un político curtido quien según todas las encuestas ganará con veinte puntos de ventaja.

¿Acaso un terremoto político? La altísima criminalidad, la maldición de los carteles de las drogas, la corrupción en gran escala, y reformas de gran envergadura pendientes en educación, justicia, seguridad y, claro, el sector energético. Casi todas ensayadas y frustradas no una sino varias veces.

Y, si hiciera falta, una relación casi imposible con su principal socio, Estados Unidos. El muro, que los mexicanos deben pagarlo, que los inmigrantes, que el Nafta, etc. Ya no se habla como el gran J.K. Galbraith cuando decía que no conocía otra minoría de inmigrantes en los Estados Unidos que tuviera semejante disposición para trabajar y para luchar.

México, así se ha dicho, son muchos Méxicos. Allá existe una vida intelectual intensa que explica que escritores como Gabriel García Márquez o Álvaro Mutis encuentren el ambiente que, también, otros buscan lejos de su tierra natal.

México cuenta con excelente diplomacia y aprovecha muy bien los escenarios internacionales. Para la muestra un botón. Fue el primer país latinoamericano que ingresó a la Ocde. Y desde hace un buen rato un connotado exministro mexicano, Ángel Gurría, ganó en buena lid la dirección de la Ocde y con tales méritos, que fue reelegido. ¡No es poca cosa! El Colegio de México sobresale como un centro excepcional de formación e investigación. Sus escritores y tecnócratas son bien reconocidos internacionalmente. Su música alegra buena parte del hemisferio. Lo propio en el arte, el cine, etc.

El triunfo de la izquierda en México afectará a todo el hemisferio, principalmente a Centroamérica y el Caribe y, entonces, a nosotros. La relación con Estados Unidos se tornará más agria. Y lo que haga o deje de hacer López Obrador tendrá repercusión en las elecciones territoriales colombianas de octubre de 2019 y, sobra decirlo, en las de 2022.

Para bien o para mal, según las diferentes posturas ideológicas. No sería la primera vez que México nos impacta ideológicamente. ¡Recordemos a Lázaro Cárdenas!

Como dijo alguna vez el dirigente mexicano Héctor Aguilar: “México se está debatiendo entre cenizas y semillas”. Algo parecido podría predicarse de la Colombia de hoy.

El Gobierno colombiano y el empresariado harían muy bien en realizar un cuidadoso seguimiento de lo que ocurra en México, que debe incluir las circunstancias que llevaron al triunfo de López Obrador. Se dice que el empresariado resignado ha buscado un diálogo para resaltar las cosas buenas que se han logrado y el papel que este sector podría jugar ahora y en el futuro. Un gran interrogante se ha instalado en nuestro vecindario.

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