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Charco Azul

Desacostumbrados a las buenas noticias, los caleños no le han dado la...

28 de julio de 2010 Por: Emilio Sardi

Desacostumbrados a las buenas noticias, los caleños no le han dado la debida trascendencia a la finalización de las obras de limpieza y adecuación de Charco Azul.Hace ya más de 40 años, al finalizar los años 60, se planearon y ejecutaron la mayoría de las obras que permitieron el acelerado desarrollo de Cali en las décadas subsiguientes. Entre éstas, las más visibles fueron las avenidas y autopistas que aún hoy en buena medida constituyen la infraestructura vial de la ciudad, pero hubo otras que, aunque menos evidentes, también fueron de gran importancia.En 1969 se dio al servicio un robusto sistema para la regulación de las aguas lluvias y prevención de las inundaciones. Con una capacidad de 650 mil metros cúbicos, las lagunas de El Pondaje y Charco Azul jugaban en él un papel de gran importancia, pues actuaban como amortiguadores para recoger las aguas mientras se iban trasvasando al río Cauca. Además de su importante función hidráulica, estas lagunas y los humedales aledaños eran también un factor determinante en el buen manejo del ecosistema vecino y recibían el cuidado de la CVC.La dicha fue corta. Al inicio de los años 80, al tiempo que el alcalde Rodrigo Escobar Navia daba rienda suelta a las urbanizaciones piratas en el distrito de Aguablanca, donde ellas se encuentran, el Municipio asumió el manejo de las lagunas y muy pronto permitió la invasión de sus riberas. Como resultado, fueron perdiendo su capacidad de almacenamiento, hasta que hace dos años era apenas el 12% de la original, y casi cualquier lluvia generaba inundaciones en el sector suroriental de la ciudad.Buscando solucionar el problema de las inundaciones, se inició una acción conjunta de la CVC y varias otras entidades, para rescatarlas y restituirles su normal funcionamiento. Hasta el gobierno municipal, tan proclive a aceptar invasiones, abandonó su pasividad en ese tema y decidió contribuir al despeje de las riberas con el traslado de cientos de familias invasoras. La primera fase de esta muy plausible acción acaba de concluir con la recuperación de Charco Azul.Esta recuperación y la que se encuentra en ejecución en El Pondaje, le ofrecen a Cali la oportunidad de obtener un beneficio adicional a la restitución de su función hidráulica, ya de por sí muy importante.Hace algún tiempo se estuvo debatiendo la posibilidad de construir un ‘Parque del Agua’ en los terrenos del parque del acueducto, en la colina de San Antonio. La idea de dotar a la ciudad de un parque con ese tema es buena, pero el sitio no podía haber sido peor escogido. Además de dañar un hito de la ciudad y de que lo que fue propuesto violaba las normas legales, el hecho es que el agua se aloja en las depresiones y rueda en las lomas. Todo lo que se hubiera hecho allí hubiera sido artificial y postizo.Al recuperar las lagunas y humedales de El Pondaje y Charco Azul, junto con sus áreas aledañas, Cali cuenta con el sitio ideal para establecer ese parque. Las lagunas en sí afectan directamente cerca de diez hectáreas y su área de influencia puede ser hasta del doble. Son de fácil acceso, pues están sobre la Avenida Ciudad de Cali y son vecinas al MIO y a las autopistas Sur y Simón Bolívar. Con la posibilidad de darle un gran desarrollo paisajístico al sector, no habría mejor polo de recreación para Cali que el que ofrecería un parque del agua alrededor de Charco Azul.