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El efecto Kamala

El mensaje es claro: la ausencia de Biden es un factor importante, pero Kamala por sí sola ha inyectado a los demócratas con esperanza.

10 de agosto de 2024 Por: Muni Jensen

Kamala Harris está de moda. La actual vicepresidente, que durante tres años ha sufrido críticas y burlas en redes por sus discursos descafeinados y confusos, hoy es la estrella del partido demócrata. Su ascensión a la candidatura, después del demorado anuncio de retiro de la campaña por parte de Joe Biden, ha generado un sorprendente chorro de dinero, entusiasmo y optimismo. La insospechada reacción de los donantes y votantes se debe a varios factores: el alivio sobre la salida de Biden, la velocidad y unanimidad con la que escogieron a su sucesora, y un equipo de comunicaciones que ha logrado reinventar su opaca imagen en una sensación para los jóvenes y las minorías.

La campaña de Harris logró en julio donaciones récord de más de 310 millones de dólares, de los cuales US$ 200 millones se recogieron en la primera semana. En lo que parecía un mes lento, lo sobresaliente es que la mayoría del dinero está llegando por parte de nuevos donantes con aportes de menos de doscientos dólares, lo que indica que son los votantes de a pie quienes están apoyando la candidatura. Hasta el momento, Donald Trump había superado a su contendor en dinero recaudado, hoy está con un empate técnico. El mensaje es claro: la ausencia de Biden es un factor importante, pero Kamala por sí sola ha inyectado a los demócratas con esperanza.

Por el lado de las encuestas, las noticias también son positivas. Donald Trump mantuvo una ventaja mínima de un punto en los resultados a nivel nacional y en los Estados más importantes, pero recientemente la brecha se ha cerrado en Harris puntea en 12 de 27 encuestas, en algunas con más de un punto de ventaja.

La llegada de Kamala ha creado -aparte de alivio frente a la salida de Biden- un cambio profundo en la base votante demócrata. Mientras los votantes de Biden eran en su mayoría hombres blancos de clase media concentrados en el centro del país donde se peleaba con Trump, hoy el pastel se transformó y se convirtió en votos femeninos, hispanos y afroamericanos, que incluyen otras regiones en el oeste y sur del país. No hay duda de que este fenómeno se debe a esta mujer multirracial de 59 años y a su candidato a la vicepresidencia, el carismático Tim Walz, actual gobernador de Minnesota.

El equipo de asesores de campaña ha avanzado con una estrategia efectiva en redes, especialmente en Tik Tok, aprovechando la vitalidad de Kamala y la dinámica personalidad de Walz, para llegarle a los jóvenes con videos, canciones de moda, y entrevistas cortas. La candidata entendió la realidad de las redes. Hoy está comprobado que uno de tres jóvenes recibe sus noticias por este medio, tanto que se empieza a comentar que el 2024 será “la campaña de Tik Tok”. Por supuesto, estos números también apuntan a que los más efectivos ataques contra la candidatura llegarán por la misma fuente.

Faltan tres meses para las elecciones y la inmediata popularidad de Harris puede ser resultado de una luna de miel. Falta ver cómo la van a debilitar los ataques de su contendor, que es capaz de todo para aplacarla. Es cierto que como vicepresidente no ha brillado, ni ha avanzado programas memorables. Su risa frívola y sus respuestas tontas son preocupantes en un momento en el que el mundo está tan revuelto. No es tan claro tampoco si tiene la experiencia y profundidad para gobernar. Pero nadie discute que su presencia ha creado optimismo entre los americanos, cansados de los ataques, mentiras y líos legales de Trump y de un Biden golpeado e incapaz de gobernar.

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