El pais
SUSCRÍBETE

El cochino Aguacatal 132424

El río Cali es de una nobleza tal que a pesar de...

17 de marzo de 2020 Por:

El río Cali es de una nobleza tal que a pesar de recibir los desechos, el chichí y el popó de la invasión de la Infortuna -diré- La Fortuna (frente a lo cual nada pudo hacerse y ya tiene una hermanita en la montaña del frente que crece como crecen las sombras cuando el sol declina), su caudal corre fresco y alegre desde el Zoológico hasta cuando, cuadras más abajo, se produce la hecatombe.En el sitio conocido como ‘Entre Ríos’ a la entrada hacia el otrora Colegio La Presentación, le desembocan al río las aguas del Aguacatal produciéndose un matrimonio que se tornó un matricidio.Las aguas del Aguacatal vienen últimamente mugrientas, cafés, turbias y asquerosas y al juntarse con las del río tutelar las contagian y convierten su cauce en un caudal amarillo denso y lechoso que debería producirnos vergüenza.¿Y es que para qué hundimiento de la Avenida Colombia, el Parque de la Caleñidad y demás obras para muchos suntuarias, si el río que pasa por el lado viene más sucio que nunca? ¿No les parece un contrasentido?Quienes hemos sido ‘riocaliólogos’ y le conocemos desde las épocas del Charco del Burro, el verdadero Obelisco y la vuelta del beso y hemos sido testigos de los atentados sanitarios e irresponsables de su utilización como pozo séptico, mucho aplaudimos a la primera administración Guerrero que logró erradicar que los inodoros del sector desembocaran en el río.Y después cuando la Cámara de Comercio apadrinó las zonas verdes y últimamente cuando le correspondió al Zoológico emprender una obra de enlucimiento de las riveras, andenes e iluminación durante la pasada administración.Sin embargo la contaminación del río no ha podido disminuirse: Primero por la descarada e importaculista invasión de la Infortuna -diré- de La Fortuna, que allí está y allí se quedó, y luego con el irrespeto del caudal del Río Aguacatal que está encochinando las aguas del Río Cali.El espectáculo en la convergencia de esos dos ríos es de espanto: Un cauce más o menos normal recibe la vomitada de un afluente grosero que de inmediato le cambia el color, el olor y la textura.Por otra parte, las piedras otrora grises son de un color cobrizo sospechoso. Las orillas a las que se acercaban algunos pescadores tienen una ‘nata’ más que sospechosa. El tal sueño atravesado por un río no es más que un verso contrariado por la realidad.¿Por qué el agua del Aguacatal viene así? ¿Quién diablos la envenena? ¿Cómo no hay control ambiental sobre esta agua? ¿Será que también es letrina, esta vez de los invasores de alto Aguacatal y los pobladores de Montebello?Y hay más preguntas: ¿Será que hay minas que utilizan sustancias tóxicas y/o envenenantes que producen ese color? ¿O hay derrumbes producidos por estas excavaciones? Creo que el Dagma tiene la palabra y debe decirles a los caleños lo que está sucediendo. Les invito a que miren con sus propios ojos la desembocadura del Aguacatal en Entre Ríos, pero ojo: sus vidas pueden correr peligro, porque en el puente a mano izquierda yendo para La Portada, la baranda la tumbó una buseta en un lamentable accidente en que hubo muerto. De ello hace meses y de golpe el próximo cadáver es el suyo aunque por fin, ¡aleluya!, ya hay dos obreros reparándola.

AHORA EN Columnistas

Columnistas

Oasis

Simón Gaviria

Columnistas

Paz incompleta

Caricatura de Nieves, 16 de abril.

Caricaturistas

Nieves

Columnistas

Oasis