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Luis Ernesto Sanclemente

A raíz de los 20 años del fallecimiento de Luis Ernesto Sanclemente Crespo, su yerno Ramiro Martínez tuvo la feliz idea de publicar su biografía basado en 70 álbumes que con amor y dedicación compiló Olguita Gutiérrez, su esposa.

5 de mayo de 2017 Por: Eduardo José Victoria Ruiz

A raíz de los 20 años del fallecimiento de Luis Ernesto Sanclemente Crespo, su yerno Ramiro Martínez tuvo la feliz idea de publicar su biografía basado en 70 álbumes que con amor y dedicación compiló Olguita Gutiérrez, su esposa. El libro, prologado por Alvaro H. Caicedo, con la lucidez y altura que lo ha caracterizado a lo largo de su vida, fue presentado en Asocaña el pasado jueves.

Sin tener un nivel académico alto (tal vez un par de años de derecho) don Luis fue uno de los ejecutivos más destacados y eficientes del Valle del Cauca. Fue el primer gerente del periódico El País, Secretario de Hacienda del Valle, Gerente del Ingenio Riopaila, cofundador de Asocaña, Sucromiles y de Ciamsa; cofundador de la Corporación Financiera del Valle de la cual fue magnífico miembro de la Junta Directiva hasta su muerte; miembro de la Junta del Banco de la República; dejó huella por su carácter y visión en empresas como Pajonales, Lloreda S.A. y Hoteles Estelar.

Su personalidad arrolladora en la defensa de las causas en las cuales creía, siempre con olfato empresarial y moralidad incuestionable, le generaron el respeto de quienes eran sus interlocutores y el temor de sus adversarios, quienes sabían que se enfrentarían a alguien con argumentos, voz fuerte y sin tacha.

Las lecciones más interesantes para las nuevas generaciones de gerentes sobre una personalidad como la de don Luis son:

Globalizado: Miraba el mundo como meta, leía sobre los avances foráneos en los sectores y tenía relación con los gremios internacionales de cada empresa bajo su responsabilidad.

Independencia: no tenía una sola hectárea de caña, ni invertida una sola acción en las empresas por la cuales trabajaba. Sólo lo hizo al final de su vida, ya pensionado.

Tenacidad: era un tanque de guerra que desafiaba los obstáculos para hacer realidad cualquier propósito empresarial.

Sentido de pertenencia: así no fuera socio, cuidaba cada empresa a su cargo con la pasión del fundador.

Vallecaucanidad: tenía la región en cada propósito público o privado. Cercano a los gobernantes con sus críticas bien intencionadas.

Equilibrio personal: disfrutaba de la amistad de sus amigos y ejercía una profunda dedicación por su familia, logrando un admirable balance de vida.

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