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El Covid y los ósculos

Señores de Harvard, zapatero a tus zapatos. Así como en Flores Frescas no dictaban cursos de física cuántica, ustedes no se pongan a pontificar sobre sexo.

4 de junio de 2020 Por: Diego Martínez Lloreda

El Covid ha contagiado a 6,475,644 personas en el mundo y ha matado a 386.544. Además tiene al borde del colapso la economía.

Y ahora se nos metió, literalmente, en la cama.

Cómo les va pareciendo que la revista científica ‘Annals of Internal Medicine’, que publica ni más ni menos la prestigiosa universidad de Harvard, formula en su último número una serie de recomendaciones para tener relaciones sexuales más seguras durante esta pandemia.

En un descubrimiento muy poco científico y muy poco digno de tan encopetada universidad, la revista dice que la actividad menos riesgosa es la abstinencia sexual. ¡Se enteraron que el agua moja! obvio, si no hay sexo, no hay riesgo.

La revista cataloga la masturbación como un “ejercicio seguro” para que las personas satisfagan sus necesidades sexuales con un riesgo bajo.

Por supuesto, previa lavada de manos, y demás medidas de bioseguridad. El artículo recomienda también ducharse antes y después del acto (¿durante no se puede?, así como limpiar el “área” (???) con jabón y alcohol. ¡Ayyyyyyy!

Para los autores del artículo, tener relaciones sexuales con otra persona, no importa si es la esposa, la amante o un affaire, es de alto riesgo, por el intercambio de fluidos que se da durante el acto.

Dicen los científicos, en otro dudoso aporte, que es menos peligroso hacerlo con una persona conocida que haya acatado la cuarentena y uno pueda certificarlo.

Recomiendan como una actividad “óptima” tener sexo virtual o lo que podría llamarse ‘telesexo’ para estar a tono con la moda. Según ellos ese tipo de relación “conlleva un balance entre la posibilidad de tener intimidad afectiva y resguardarse de los contagios”.

Aunque no me parece un gran descubrimiento científico, respeto que los especialistas de Harvard, recomienden para saciar las necesidades del cuerpo, la masturbación o el sexo virtual.

Lo que sí me parece imperdonable es que, en la misma publicación sugieran “evitar los besos y usar tapabocas” durante el acto sexual.
Cómo así. Lo único que falta es que recomienden el uso del preservativo para uno tener que usar doble condón, abajo y arriba.

Lo mejor que pudieron hacer los morrongos profesores de la universidad bostoniana fue de una vez por todas ordenar que la gente se abstenga de tener sexo mientras se descubra la vacuna contra el Covid. Así se extinga la especie.

Pero sugerir que uno haga el amor con tapabocas es francamente una grosería. Aunque, para darles el beneficio de la duda, presumo que estos viejitos harvarianos deben llevar siglos sin acostarse con nadie y por lo tanto ya se les olvidó la importancia del beso.

El ósculo es la cuota inicial del sexo. Es un acto tan sensual que las odaliscas griegas aceptaban hacerle de todo al cliente, pero jamás lo besaban. Pero no por temor a ningún virus. Lo que les daba miedo, simplemente era encontrarse con un buen ‘kisser’ y terminar enamorándose de él.

Qué pena con los genios de Harvard, que de ciencia sabrán mucho pero de sexo no tienen ni idea. Simplemente hacer el amor sin besar al contrincante es imposible, es matar el amor.

El acto sexual debe ser antecedido de una buena tanda de besos bien húmedos. Sexo sin besos es como comerse una pizza cruda, sin queso y sin tomate.

En esto, como en otras tantas cosas, nos va a tocar aprender a convivir con el Covid. Y mi recomendación es que hagan mucho el amor que eso relaja y le metan la mayor dosis de ósculos que puedan.

Y señores de Harvard, zapatero a tus zapatos. Así como en Flores Frescas no dictaban cursos de física cuántica, ustedes no se pongan a pontificar sobre sexo.

Seamos serios.

Sigue en Twitter @dimartillo

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