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Del ‘Barsa’ a Santos

Con las elecciones presidenciales que celebrarán este año en Colombia ...

10 de enero de 2014 Por: Diego Martínez Lloreda

Con las elecciones presidenciales que celebrarán este año en Colombia ocurre algo parecido que con los partidos que disputa el Barcelona: de antemano se sabe quién va a ganar.Cuando juega el ‘Barsa’ la duda no es si va a ganar sino por cuántos goles lo va a hacer. Y en los comicios criollos, a estas alturas, la pregunta parece no ser quién va a imponerse sino en qué vuelta lo hará Juan Manuel Santos. La diferencia entre el equipo ‘bau grana’ y nuestro Presidente, es que mientras los catalanes suelen triunfar por sus virtudes, Juan Manuel está sacando ventaja por la flojera de sus rivales. La reelección, que hace unos meses estaba embolatada, hoy no sólo parece inminente sino que, como están las cosas, podría concretarse en primera vuelta. Más que por los aciertos del Mandatario, por los errores de una oposición que no supo capitalizar la mala hora que vivió el Gobierno a mediados del 2013 y permitió que, por inercia, el Presidente vaya, de a poco, recuperando el terreno perdido.No es que la situación del país haya cambiado dramáticamente. El inconformismo que dio pie a la crispación social que se vivió hace unos meses sigue latente y las grandes soluciones no se han visto. Se aplicaron unos paliativos que calmaron los ánimos, pero el malestar persiste. Entonces, insisto, la recuperación de Santos se debe más a los fallos de los opositores que a los éxitos del Gobierno.Por el lado del uribismo, cada vez queda más claro que la escogencia de Óscar Iván Zuluaga fue funesta. En el tiempo que lleva de candidato, el exministro no ha hecho un solo pronunciamiento que haya merecido primera página en ningún periódico ni ha hecho un planteamiento original. Zuluaga no se ha percatado de que cuando se enfrenta al poder económico, burocrático y mediático de un candidato/presidente, hay que estar a la ofensiva, lanzando ideas, cuestionando, planteando alternativas, debates. En términos boxeriles, hay que actuar como el retador que intenta vencer al campeón mundial: debe exponerse a noquear o a que lo noqueen. Pero Óscar Iván sigue en la luna de Valencia, esperando que e l uribismo saque una copiosa votación en las elecciones legislativas y eso catapulte su aspiración. Si persiste en esa apatía lo que va a lograr es apalancar el triunfo en primera vuelta de Santos.Y por los lados de la izquierda, la candidata Clara López ha sido apabullada por la pataleta que ha hecho Gustavo Petro para evitar que lo saquen de la Alcaldía de Bogotá. Muchos consideran que Petro ganó miles de seguidores con esa actitud veintijuliera. Yo, al contrario, creo que por cada adepto que sumó en la escasa izquierda radical, perdió centenares de simpatizantes de centro, que alguna vez creyeron en el presunto socialismo moderado del saliente alcalde de la Capital, y quedaron espantados con el monstruo radical en que se convirtió cuando se quitó la máscara. Lo cual, de paso, le ha causado un inmenso daño a la imagen de la izquierda criolla que nunca ganó nada sin el concurso de algunos despistados centristas.En suma, la oposición de derecha no conmueve y la de izquierda asusta. Como el Barsa, Santos parece no tener rival y se encamina a repetir título el 25 de mayo. A menos de que de aquí a ese fecha se le aparezca su Bayern.

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