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Cuando salen de Cuba

¿Por qué siempre que se habla de traer médicos extranjeros a Colombia, o a cualquier otro país de la región, los escogidos son especialistas cubanos?

30 de julio de 2020 Por: Diego Martínez Lloreda

¿Por qué siempre que se habla de traer médicos extranjeros a Colombia, o a cualquier otro país de la región, los escogidos son especialistas cubanos?

La respuesta es sencilla: Cuba que hasta antes de la revolución era un país que se autoabastecía de alimentos y era uno de los mayores productores de azúcar del mundo, hoy sólo exporta tres productos: tabacos, ron y médicos.

Y es que los médicos cubanos son tratados como un bien tranzable por el gobierno de la Isla: cambian médicos por petróleo, como en el caso de Venezuela, o por cualquier otro producto que tenga para ofrecer el país que se interesa por los galenos de la isla.

Y este es un ‘producto’ apetecido por la conocida calidad de la formación médica que existe en la Isla. Aunque algunos colegas de otros países dicen que debido al atraso de la tecnología que impera en Cuba, muchos de esos profesionales están desactualizados de las últimas técnicas de la profesión.

Pero más allá de su calidad, lo cierto es que según Human Rights Watch, una de las más reputadas organizaciones defensoras de derechos humanos en el mundo, los médicos que son enviados a esas misiones médicas son poco más que esclavos modernos.

Según un reciente reporte de la organización HRW, Cuba impone a los médicos que exporta severos controles que les impiden hasta entablar relaciones de amistad o sentimentales con personas que tengan “opiniones hostiles o contrarias a las de la revolución”.

“Los médicos cubanos enviados a responder a la pandemia de Covid-19 ofrecen valiosos servicios a numerosas comunidades, pero a costa de sus libertades más básicas”, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW. Entre los derechos que estarían siendo vulnerados se incluyen la privacidad, la libertad de expresión y asociación y el libre movimiento.

Pero más allá de la explotación de la que estarían siendo objeto los médicos cubanos, su llegada, anunciada de momento por el Alcalde de Medellín, es vista con simpatía por varios mandatarios locales, incluido el de Cali.

Los que no ven con similar actitud el aterrizaje de los médicos cubanos son sus colegas colombianos. En efecto, varias organizaciones médicas se han pronunciado contra la posibilidad de traer médicos extranjeros al país.

La Federación Colombiana de Sindicatos Médicos, el Colegio Médico Colombiano y las Academias de Medicina de Medellín y el Valle rechazaron de manera “enfática, categórica y vehemente la propuesta de traer médicos extranjeros”.

Y aunque aclaran que no se trata de xenofobia ni de cuestionar la calidad de dichos profesionales, exigen “respeto de los esquemas de autorregulación y racionalidad que el gremio médico merece por parte de la dirigencia del país”.

En particular frente a la traída de médicos cubanos, muchos temen el papel de “exportadores de la revolución” que estos profesionales pueden cumplir. Ignoro si será cierto, como afirman algunos, que estos profesionales tienen la doble misión de salvar vidas y adoctrinar almas.
Pero lo cierto es que dada la relación que se establece entre médico y paciente, el profesional de la medicina ejerce una gran influencia sobre la personas que trata.

Y entre tratamiento y tratamiento y entre fórmula y fórmula, perfectamente puede sugerirle recetas para cambiar el sistema por uno más “equitativo”.

Así el costo para alcanzar tal equidad sea convertirse en un esclavo del régimen.

Sigue en Twitter @dimartillo

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