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Los referendos de los godos y los curas

Se ha llegado, lenta y paulatinamente, al destape de la estrategia del...

8 de enero de 2012 Por: Carlos Lleras de la Fuente

Se ha llegado, lenta y paulatinamente, al destape de la estrategia del Procurador y de la cavernaria derecha para eliminar las reformas sanas que por la Corte se han hecho en Colombia sobre materias como el control de la natalidad, el aborto en determinadas y precisas circunstancias, el derecho a morir dignamente y otros temas.Como, por otro lado, pese a que los curas han desenterrado el hacha de las guerras decimonónicas, estamos sorprendentemente tranquilos viendo la conjunción de los dos brazos de la tenaza reaccionaria.Y es que pese a lo malo que es el Congreso, enterró el proyecto de un señor Salazar -jefe de lo que queda del Partido Conservador- apoyado por Ordóñez y por la Iglesia Católica, encabezada a larga distancia por un Papa que nos hace añorar tanto a Juan XXIII y casi que a Pablo VI, últimos pacíficos reformistas que hubieran podido, si hubieran tenido tiempo, frenar la grave crisis de la religión que dicen representar en el mundo contemporáneo, el cual no lo ve así.La ‘inteligente iniciativa’ de la derecha política es elemental y clarísima: si no se puede ganar en el Congreso, vamos a recurrir al pueblo, pues en todos los municipios de Colombia tenemos jefes de debate que disfrazados de corderos, o mostrando desde ya los colmillos, van a sacar a la gente a votar con amenazas de excomunión y privación de la vida eterna.Estoy seguro que con estos medios torticeros tendrán mayor éxito que los caciques corruptos que compran votos o regalan unos cuantos ladrillos o gestionan algunos nombramientos de maestros como medio para salir elegidos y de cualquier cosa, puesto que ahora se roba a todo nivel.Además, la Iglesia puede operar sin costo alguno, pues las limosnas de los feligreses y otros auxilios, entre otros los que vendrán del extranjero y que sin duda comprenderán los del Estado Vaticano, país que tiene la manera de inmiscuirse en la política a través de ‘la quinta columna’ que la clerecía colombiana conforma, lo absorberán sin dificultad.Creo que el esquema es peor y el ‘dañado y punible ayuntamiento’ conservador-curia resultará más eficiente que el otorgamiento de las indulgencias que dio origen a la Reforma de Lutero. No quiero ver el día en que la ‘revolución de las sotanas’ se apodere de la facultad legislativa para sacar adelante -con votos no ilustrados- una contrareforma que habrá de herir directamente a las mujeres que la Iglesia Católica ha menospreciado desde el Siglo III d.C., llevando así por 20 siglos a una multitud de esposas amantes y trabajadoras humilladas y ofendidas a ser víctimas de los machistas, siendo sin duda el paso más atroz haber consagrado como dogma de fe que ser madre por el medio único que señala la naturaleza, las hace impuras y por ello María es virgen, porque si San José (que bien merece el ‘San’) hubiese tenido relaciones sexuales con ella para tener un hijo que era un hombre (como claramente surge de la letra del Evangelio), éste no podría haber sido, además, Dios.Pamplinas que afortunadamente vamos revaluando al paso del tiempo pero que nos llevan a pensar si vamos a dejar que nuestro país regrese ideológicamente a la época de Constantino y a la de sus maniobras para fortalecer el Imperio a costa de sacrificar el verdadero espíritu cristiano, como ocurrió.Me preocupa, además, que desde hace algún tiempo la jerarquía eclesiástica viene sosteniendo que meterse en estos temas no es una intromisión en política ni afecta su neutralidad frente a la legislación del país, pues está defendiendo la moral y las buenas costumbres a las cuales las Cortes, aparentemente, han ofendido y demeritado.¿Ven pues, ilustres políticos, periodistas y colombianos todos, los peligros del referendo, supuestamente inocente de Ordóñez y su pandilla?