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La Colombia buena

La semana pasada comenté brevemente el excelente estudio del profesor James D....

27 de mayo de 2012 Por: Carlos Lleras de la Fuente

La semana pasada comenté brevemente el excelente estudio del profesor James D. Henderson sobre la droga y sus consecuencias para el país. Para quienes se hayan interesado en el tema a quienes sugiero leer el libro ‘Víctimas de la Globalización. La historia de cómo el narcotráfico destruyó la paz en Colombia’, me propongo hacer un breve recuento de su contenido para que se pueda apreciar la magnitud del trabajo que representó para el colombianista escribir esta obra que se inicia con el capítulo I, La Colombia buena.En él se señala que “antes de la década de 1970, Colombia no tenía antecedentes de exportación de droga a país alguno” lo cual sólo ocurrió cuando “llegaron contrabandistas estadounidenses al país a comienzos de esa década y comenzaron a pagar altos precios por la marihuana producida en Colombia”. Sea el momento de señalar que buena parte de mi lucha como Embajador de Colombia, tan atacada por periodistas torpes y mal informados, se adelantó con el gobierno, y el Congreso de ese país, las ONG, los consejos de Asuntos Internacionales de diversas ciudades y numerosas universidades para insistir en que los Estados Unidos eran los grandes culpables de nuestra lamentable situación, no sólo por tener esa gigantesca demanda la cual generó la oferta que conocemos, sino porque fueron norteamericanos quienes primero, promovieron los cultivos de marihuana, luego encontraron la forma de cultivar la coca cuya pasta se traía de Bolivia y Perú para ser tratada en Colombia y, por último, introdujeron los cultivos de tulipán para producir heroína. Todo ello desvirtuando la revaluada teoría económica del Departamento de Estado según la cual “la oferta crea la demanda”.Volvemos al contenido del libro para señalar, además, su actualidad que llega al 2011, y encontramos una introducción (Derecha e izquierda en la violencia y las drogas ilícitas en Colombia) y sus capítulos constitutivos de 24 partes más un anexo.Comienza Henderson describiendo “La Década de Paz en Colombia, 1965-1975”, para continuar con “La hidra de las drogas ilícitas” 1970-1983, “La Guerra de los Carteles contra el Estado”, “La Guerra de la Guerrilla contra el Estado”, “La Ofensiva Paramilitar” y “Colombia se endurece”.Este magno escenario trata temas como el nacimiento de la cultura de la droga en Estados Unidos, la llegada de la coca a Colombia, la época dorada de los carteles; 1978-1983, los extraditables, la guerrilla en la época de paz en Colombia 1965-1978, la ofensiva guerrillera 1994-2002, el crecimiento de las fuerzas paramilitares durante los años 70 y 80, los narcoparamilitares, el fenómeno Uribe y el arduo camino hacia la paz, entre otros.Debo señalar cuánto me sorprendió no haber visto en la sesión del lanzamiento del libro ninguno de nuestros eminentes violentólogos ni persona alguna de la Fuerza Pública, la Fiscalía y el gobierno. Espero que no crean que los grandes académicos colombianistas de Estados Unidos, varios de los cuales condecoré durante mi embajada, no conocen el tema de fondo, cuando en tantas ocasiones ocurre lo contrario.Agrego, por último, que después de la presentación del Henderson, tuve la posibilidad de hablar durante 20 minutos sobre mi experiencia como Embajador, llena de novedad para los asistentes y de escuchar a Jorge Alberto Restrepo comentar inteligentemente varios aspectos del libro.