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Hoy muere la ética mundial

El estado del mundo es tan penoso, que me limitaré a reproducir...

24 de agosto de 2014 Por: Carlos Lleras de la Fuente

El estado del mundo es tan penoso, que me limitaré a reproducir algunas importantes opiniones del tema, a sabiendas de que numerosos defensores de la idea deben compartir mi desesperación.Es así como el excanciller de la República Federal Alemana Helmut Schmidt dice: “…En conjunto vivimos gracias a que en determinados ámbitos sociales se mantuvieron vivas tradiciones y deberes que históricamente fueron determinantes para la cultura y los valores del conjunto. No existe ya una ética única; hay que lograrla a partir de las actitudes de los individuos y de los grupos”.Recuerda Schmidt sus conversaciones con el posteriormente asesinado presidente de Egipto, que califica como “un musulmán sincero y piadoso”, quien insistía sobre lograr un encuentro de los más altos representantes de las tres religiones monoteístas en el monte Sinaí, el lugar de donde partió la ley de Dios para los hombres.Después de Anwar el Sadat y recientemente el papa Francisco invitó a esa reunión en el Vaticano, y los tres representantes oraron juntos, lo cual no impidió que estemos como estamos.Martti Ahtisaari, expresidente de Finlandia, al referirse a los valores más permanentes que surgen de las religiones pues estas y los sistemas éticos tienen milenios de estar en la base de la cultura mientras que la edad de los sistemas políticos y económicos se mide por decenios o siglos, señala que la toma de conciencia de los valores vitales y de vigilancia global pueden crear una cultura ética más estable que podría dar lugar en las condiciones necesarias para un desarrollo sostenido de la humanidad y la seguridad del equilibrio ecológico.Tenemos otros testimonios, estos del mundo del judaísmo; el exalcalde de Jerusalén Teddy Kollek, quien recibió de los editores alemanes el Premio de la paz, habló de “una ciudad, dos pueblos y tres religiones”, que es la realidad de la Ciudad Santa de las tres. Transcribe parte de la Declaración de las Religiones -a la cual ya nos hemos referido y recuerda la visita del Dalai Lama a Jerusalén para conocer personalmente a creyentes de las tres religiones monoteístas: “La ética mundial es algo más que la competición entre las religiones del mundo por ver cuál es la más tolerante, porque la tolerancia no sería más que una aceptación pasiva de las religiones de los demás”.Jonathan Ragomet rector del Lea-Baker College de Londres escribe un bello texto sobre judaísmo y ética mundial y expone las bases bíblicas de una ética mundial que en la religión judía (y pienso que en las otras dos abrahámicas) y concluye con una historia judía, la de un hombre que envío a su hijo para que estudiara durante siete años el Talmud y a su regreso le preguntó que había aprendido: “he aprendido que el principio supremo es “amaras a tu prójimo como a ti mismo”; el padre dice: “no necesitabas siete años de estudio para descubrirlo”, y replica el hijo: “la diferencia está en que ahora si se que significa que yo tengo que amar a mi prójimo como a mí mismo”.El Premio Nobel de la Paz, Elie Wiesel afirma que “aun cuando la religión del judío se distingue de las del musulmán, del cristiano o del budista, todos ellos tienen, siempre, algo en común, y es la posibilidad y necesidad de ponerse de acuerdo en una única y misma ética, en una ética que haga honor al hombre y, con ello, al Creador.El Exarzobispo de Viena y Cardenal de la Iglesia Católica Franz Koenig hace una magnifica presentación de los aspectos fundamentales que nacen de los Mandamientos de la ley de Dios:¡No matarás! en positivo: ¡Respeta la vida!¡No robarás! en positivo: ¡Actúa justa y limpiamente!¡No mentirás! en positivo: ¡Habla y actúa con verdad!¡No fornicarás! en positivo: ¡Respetaos y amaos los unos a los otros!En el mismo sentido leemos los escritos del Patriarca Bartolomeo 1 (Ecuménico de Constantinopla y premiado de honor de la iglesia ortodoxa, del Arzobispo de Canterbury, del Cardenal y Exarzobispo de Chicago Joseph Bernardin, del Cardenal y Exarzobispo de Sao Pablo, Pablo Evaristo Arns y de Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz y Arzobispo africano de la ciudad del Cabo.Recomiendo encarecidamente que la gente de paz lea todos los textos citados en mi artículo, que son profundos y conmovedores.El mundo del Islam aparece representado por el príncipe de Jordania, Hassan Ben Talal; por Muhammad Al-Ghazali, de la Universidad de El Cairo, por Hassan Hanafi, profesor de filosofía de aquella y por Muhammad Tahir, profesor de la Universidad de Túnez.El espacio no me dio para más, pero lean a Hans Küng y a sus ilustres comentaristas ¡Vale la pena!