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El 7 de agosto

Mis crónicas de ciertos infortunios, que tenían que comenzar después del 6...

7 de octubre de 2012 Por: Carlos Lleras de la Fuente

Mis crónicas de ciertos infortunios, que tenían que comenzar después del 6 de agosto demoraron la publicación de este artículo que trata de continuar la labor permanente de defensa del General Santander, esta vez de los ataques que se le hacen por haber ordenado fusilar al general Barreyro, derrotado por Santander en la Batalla del Puente de Boyacá; recordemos que numerosos estudios y testimonios han concluído que Bolívar no participó en esta ocasión histórica que Juan Friede califica de “desbandada” del ejército español y no de batalla.Al conmemorar estas fechas se debe recomendar a los periodistas (y columnistas) la lectura de textos de historia y de documentos, que guiarían los escritos que se publican sin mayor conocimiento de los hechos. En este caso, he recurrido al muy interesante libro que el escritor, investigador y publicista Juan Friede escribió sobre la citada batalla, analizada a través de los archivos españoles; publicación del Banco de la República de 1969, para conmemorar el sesquicentenario del decisivo triunfo del ejército patriota.Recordemos aquí que en ese año se conmemoró también la batalla (esa sí batalla) del Pantano de Vargas que quedó más o menos en tablas pero que fue bastante sangrienta, y se inauguró el gran monumento a los lanceros, de Rendón, obra del maestro Arenas Betancourt, que tanto turista visita en Paipa. El otro hecho importante fue la recreación de la batalla del Pantano de Vargas, a la cual asistió el presidente de Venezuela, Caldera, y se inauguró el Hotel Sochagota.El gobierno Lleras Restrepo confió la organización de la celebración a Carlos Eduardo Vargas Rubiano, quien se lució; el gobierno, además, inauguró la Plaza de Armas en el Puente de Boyacá y un restaurante que no resultó buen negocio; estaba en curso también la finalización del Panorama, similar en su concepción al que se encuentra en Waterloo, con pinturas del maestro Rodríguez Naranjo alusivas a la batalla, que está ahí, abandonado porque Misael Pastrana decidió no hacerlo. Pese a todo fue una hermosa conmemoración.Veamos ahora unas pocas cartas de las que publicó Friede:1. De Barreyro a Sámano (julio 7 de 1819). Tunja. “Serán ejecutados en el momento como vuestra excelencia me previene todos los delincuentes y lo han demostrado ya los pueblos del partido de Gámeza […] que todos han recibido con grandes demostraciones de júbilo a todos los rebeldes”…Estos “delincuentes” eran los buenos colombianos como lo fueron los liberales en la época de la violencia, también ejecutados con frecuencia.2. Carta de Barreyro a Sámano (julio 10 de 1819). Molinos. “Se han hecho muchos prisioneros, y entre ellos varios oficiales […] pero todos fueron muertos en el momentos en que llegaban a nuestras filas sin que yo pudiera evitarlo. En verdad que no me opuse y aún lo consentí, pues la clase de soldados que tenemos necesita ensangrentarlos”.3. Carta de Barreyro a Sámano (julio 12 de 1819). Molinos de Tópaga. “Se cogen muchísimos prisioneros pero a todos los hago matar al momento para comprometer más al soldado”.4. Carta de Barreyro a Sámano (julio 19 de 1819). Paipa. “…mi deseo en la reunión […] no es otro que el asegurar […] el total exterminio de los soldados”.La correspondencia que Friede hace pública es apasionante y los ejemplos que he escogido son suficiente prueba para entender porqué Santander hizo fusilar a Barreyro; tal vez nuestras tropa también necesitaban “ensangrentarlas” pero lo importante era castigar a un criminal de guerra.