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¡Cultura!

En medio de los males que nos caen y los que caerán...

20 de septiembre de 2015 Por: Carlos Lleras de la Fuente

En medio de los males que nos caen y los que caerán si salen elegidos en octubre como alcaldes y concejales los representantes de la hez del país, hay algunas pocas pero importantes actividades que impulsan los verdaderos patriotas y vamos a señalar tres a nivel nacional y bogotano, sin perjuicio de los festivales literarios, musicales y museológicos que han tenido lugar en provincia.Los Salones Regionales de Arte que tuvieron lugar en todo el país, amplían el beneficio que le ha traído a la cultura desde hace tantos años el Salón Nacional (antes de pintura y ahora de arte): en efecto visité la Universidad Nacional y recorrí la exposición llamada Museo Efímero del Olvido (!), ubicada en varios edificios y facultades; pienso que fue éste un gran aporte de Ideartes y del Ministerio de Cultura y gocé viendo a tan gran número de visitantes. Como este tipo de eventos no paga publicidad, los diarios de Bogotá fueron modestos en la información que dieron al público potencial.Una exposición paralela tuvo lugar en Cali que creo que afrontó algunas dificultades, y otra en Duitama, de poco éxito, pues la indolencia boyacense y de las autoridades es tradicional.Hablemos de la gala que tuvo lugar en el teatro Faenza (restaurado en buena parte y al buen cuidado de la Universidad Central) para celebrar el próximo aniversario, el décimo del Festival Internacional de Música de Cartagena, creado e impulsado por la Fundación Salvi; no estuve en Colombia pero mi hija me hizo una buena crónica del evento. Este tipo de eventos han sido tradicionales en Europa y dan satisfacción a dos apetitos estupendos y complementarios, ¡la gastronomía y la música! En enero se llevará a cabo el Festival en Cartagena, como ya es costumbre, y como siempre será magnifico; pienso yo que los malos resultados de la gestión económica del gobierno que incluye esa enfermedad holandesa que pienso que a pocos cogió de sorpresa, no debe afectar el apoyo generoso de los patrocinadores que deben estar, como muchos, orgullosos de este DÉCIMO ANIVERSARIO.En tercer lugar (todos están en el primero) quiero referirme al maravilloso Festival de la Palabra con el cual la Asociación de Amigos del Instituto Caro y Cuervo y la Dirección de éste ocupó nuestras actividades entre el 7 y el 11 de septiembre. No puedo reproducir hoy el programa que seguramente muchos no conocieron aún cuando se hizo circular profusamente (ver separata de El Tiempo del 30 de agosto).Todos los temas fueron apasionadamente tratados por los invitados en las sesiones que tuvieron lugar en la Casa Cuervo (Calle 10 con Carrera 4), lugar inigualable para este certamen cuyos temas fueron cuidadosamente escogidos para que, además, resultaren de interés para el grueso público. Parte de los eventos tuvo lugar en el auditorio del Gimnasio Moderno, en el norte de Bogotá, para facilitar a colegiales y universitarios su asistencia. Por ahora cito únicamente el conversatorio entre Enrique Serrano y Javier Moro que deleitó a un enorme auditorio que copó el salón de actos de la Casa Cuervo. Es el cuarto festival y seguiremos trabajando en los años por venir.Con la espléndida participación de invitados extranjeros y colombianos se desarrolló un programa centrado, naturalmente en el idioma (¿castellano? ¿español?).Virgilio Ortega, cuyo erudito y estupendo libro consulto con frecuencia (Palabrología, la vida secreta de las palabras), conversó con Ricardo Soca (Palabras fabulosas y la fascinante historia de las palabras), con la moderación de Esteban Giraldo, editor de Planeta, Marcel Ventura conversó con el autor español Sebastià Jovani (Emet o la rebelión de Transilvania) y con Francisco Goldman (Dé su nombre y The divine husband) y así sucesivamente.Hay unos pocos nombres que no se pueden dejar de mencionar en relación con este escrito: Elvira Cuervo de Jaramillo, Carmen Millán de Benavides, Julia Salvi y las curadoras María Soledad García y Cristina Lleras. Volveré.