Arte en Colombia

Hace pocas semanas, en Aexandes, se hizo un homenaje justo y muy concurrido a Celia Bilbragher, graduada de la universidad e incansable promotora del arte, especialmente con su magnífica revista de alcance internacional, Art Nexus y ahora con su rica biblioteca de pintores, y pintura y escultura.Por su parte Nora Haime en esa esplendida galería (NH) que abrió en Cartagena, estará presentando a partir del 4 de diciembre una exposición de escultura de Sofía Vari, cuya obra conocí por primera vez hace muchos años precisamente en la galería de Nora en Nueva York y luego en el libro de finísima edición que le dedicó Villegas.Es sorprendente la oferta de música, pintura, conferencias y presentación de libros que hay hoy en Colombia y especialmente en Bogotá, seguida por Medellín que ha mejorado sustancialmente y por Cali que hace buenos esfuerzos pero que podría ir mejor.Cartagena, como siempre, es muy especial: no alcancé a ir a la exposición de Sofía Vari, pero estaré en el Festival de Música que nos brindará el gran banquete musical anual entre el 6 y el 15 de enero, al cual seguirán el Hay Festival y otros eventos en el curso del año.Confiamos en que el nuevo alcalde de la ciudad se posesione de su papel de obligado promotor de la cultura, como lo hizo Judith Pineda.Por cierto que la oferta de música se ha enriquecido notablemente en Bogotá con la muy buena programación de la Orquesta Filarmónica y con los esfuerzos de la Sinfónica que lucha por recuperar su fama de otros años.La opera del Metropolitan que Cine Colombia nos ofrece en directo (o diferido) en sus salas de cine es otra oportunidad de ver lo mejor de la escenografía moderna y oír a los más brillantes cantantes del mundo; mi asistencia me llena numerosos sábados y creo que desde el punto de vista de apreciación -y dejando de lado el placer de estar en Nueva York- el cine nos permite apreciar las obras en mejor forma y oír las simpáticas entrevistas que Renée Fleming hace a los principales cantantes.El hecho de que se estén agotando las boletas de casi todos los espectáculos (Carmina Burana, Sinfonía 8 de Mahler, Malkovich), es otro buen síntoma de que crece el mundo de oyentes y aficionados que colman el teatro del Centro Cultural Santo Domingo o el Jorge Eliecer Gaitán, los auditorios de la Jorge Tadeo Lozano y la Universidad Nacional y de las caja de compensación, nos permite tener la ilusión de que la cultura esta permeando capas sociales nuevas y dejando de ser una manifestación elitista; la presentación de tanto espectáculo musical gratuito en las plazas de Cartagena por parte de la Fundación Salvi y la trasmisión de los conciertos por televisión (en tiempo real) nos confirman que esa esperanza se está concretando.El año entrante será rico en visitas de grandes artistas, que nos recuerdan las doradas épocas de los 40 y 50 cuando normalmente nos visitaban Rubinstein, Kemph, Backhaus, Zabaleta, Casals, Menuhin, Heifetz y tantos otros.Hay que cuidar, eso sí, que no ocurra lo que estamos padeciendo con tantos politólogos, economistas y gurús que vienen a repetir la misma conferencia para países subdesarrollados, que sólo buscan “descrestar calentanos”. Por eso es bueno que en cuestiones musicales no sólo nos digan quiénes vienen sino, sobre todo, cuál será el programa. Ya pasó la época en que íbamos a ver a alguien para ufanarnos de ello y ahora vamos a oír un repertorio de calidad y cuidadosa interpretación.Los DVD de operas, conciertos y grandes cantantes, abundan en el mercado y, afortunadamente, todavía los CD se mantienen vivos y con una magnifica calidad; los cofres que Amazon ofreció con ocasión del Viernes Negro son un deleite para cualquier aficionado a la música y ahora tienen la peculiaridad de especializarse o en compositores o en un intérprete en particular: son buenos ejemplos el de la obra completa de Mahler o el de Yo-Yo-Ma.