Francois Bucher
Él es, entre nuestros artistas contemporáneos, el más internacional. Es cierto que...
Él es, entre nuestros artistas contemporáneos, el más internacional. Es cierto que Doris Salcedo ha expuesto en la Documenta de Kassel y en la legendaria Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres, amén de otros espacios expositivos igualmente importantes. Y Óscar Muñoz lo ha hecho en diversas bienales de arte, incluida la de Venecia y pronto lo hará en el prestigioso Jeu de Paume de París. Pero ninguno de estos dos enormísimos artistas cuenta con un currículo de estancias tan largas y fecundas en los principales centros del arte contemporáneo como el que puede exhibir Francois Bucher. Él nació en Cali -en el hogar formado por Francois y Cecilia Balcázar, ambos poetas- e inició su formación artística en la Universidad de los Andes de Bogotá, que continuó luego en Chicago y después en Nueva York, a donde llegó en vísperas de los atentados terroristas del 11 de Septiembre de 2001. Y ahora mismo vive y trabaja en Berlín y da clases y ofrece regularmente talleres en la Universidad de Umeä, en Suecia. En el ínterin ha realizado exposiciones y proyectos que le han llevado a viajar por España, Inglaterra, Polonia, Egipto, el Perú y México, para citar solo los países más destacados. Por esta razón resulta aún más sorprendente el proyecto con el que va a participar en la primera bienal de arte internacional de Cartagena de Indias, que está próxima a inaugurarse. Es un proyecto que responde al interés apasionado que desde hace unos cuantos años Bucher ha puesto en las realidades esotéricas, las iluminaciones de los visionarios y en la sabiduría de los chamanes. Y consiste en instalar en Pira - Paraná una emisora de radio que permita a los chamanes de los pueblos y las tribus que habitan esa región amazónica trasmitirnos a nosotros los urbanitas colombianos su cosmovisión, así como parte de los saberes que les permiten vivir en armonía con la Madre Selva y consigo mismos. Bucher piensa que la violencia endémica que padecemos -y que no es solo guerrilla ni paramilitar- hunde sus raíces en una concepción del mundo y de la vida que debe ser profundamente transformada si es que queremos salir algún día de su círculo infernal. Y cree que las enseñanzas de los chamanes que tanto despreciamos pueden indicarnos el camino de esas transformaciones. Por eso hoy es más urgente que nunca escucharlos. A satisfacer ese propósito está dedicada la insólita emisora que él tiene en mente y que ojalá los dioses nos permitan escuchar.