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Aniversarios

Esta ha sido para nuestro mundo cultural una semana de aniversarios singularmente...

10 de marzo de 2016 Por: Carlos Jiménez

Esta ha sido para nuestro mundo cultural una semana de aniversarios singularmente importantes porque celebran acontecimientos, episodios e historias personales y colectivas que forman parte indispensable de la trama sobre la que se sigue tejiendo el día a día de nuestras artes. Esas que en 1956 encontraron por primera vez un lugar donde exponerse dignamente -en el Cali que todavía era “un garaje con obispo” al decir de Porfirio Barba Jacob- en un caserón del barrio de San Antonio alquilado por los habituales de las tertulias que Maritza Uribe de Urdinola realizaba en su casa Spanish style de Santa Rita. Sin esa tertulia convertida en La Tertulia, la historia de nuestras artes habría sido muy probablemente otra y habría tenido que ser en Bogotá o en alguna ciudad del extranjero en donde varias generaciones de jóvenes de aprendices de artistas o de aficionados precoces de las artes habríamos obtenido ese indispensable conocimiento prima facie de las obras de arte sin el cual es muy difícil convertir una inclinación adolescente en carrera artística o en duradero apasionamiento por las artes. Cierto: hoy La Tertulia no es la única institución donde se expone arte en nuestra ciudad y yo mismo me cuento entre los muchos que aplauden la audacia y la frescura de la programación artística y cultural de ‘Lugar a dudas’, el espacio de Sally Misrachi y Óscar Muñoz. Pero ninguna de las instituciones y espacios expositivos alternos existentes tiene lo que sí tiene La Tertulia en cuanto a emplazamiento, instalaciones físicas, facilidades expositivas y colección de obras de arte. En suma: todo lo que le ha dado su pasado y que es lo que ahora también le permite tener futuro.El otro aniversario es el de Caliwood, ese producto igualmente duradero de la pasión desplegada en los 70 del siglo pasado, por “una pandilla de jóvenes cinéfilos iracundos”, al decir del más sabio e irónico de todos y más superviviente: Luis Ospina. Quién a fuerza de hacer por primera vez en tantas y tantas cosas en nuestro mundo del cine ha sido el primero en obtener en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias el Catalina de Oro otorgando a toda una vida dedicada al cine. Vida que él mismo ha resumido en estas cifras tan escuetas como incontestables: 32 películas realizadas en 46 años. Y en los 208 minutos impagables de la extraordinaria crónica visual de esos años: ‘Todo comenzó por el final’.

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