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La alimentación para el cerebro

Ese desinterés selectivo de la medicina moderna está relacionado con el limitado...

9 de agosto de 2015 Por: Carlos E. Climent

Ese desinterés selectivo de la medicina moderna está relacionado con el limitado tiempo que se dedica a la nutrición en las escuelas de medicina, más interesadas en la enfermedad que en la salud.Al centrar el énfasis sobre el órgano enfermo no se “descubre” a ese ser humano que tiene toda la información que el médico necesita para acertar como clínico. Si supiera que la nutrición es tan importante, con seguridad le dedicaría mucho más tiempo al tema.Esta situación ha llevado a prestigiosos especialistas a salirse de sus consultorios y dedicarse a escribir libros* de divulgación que orienten a las grandes masas de población en temas tan cruciales.Lo que hay que entender es que, en relación con la alimentación, cada persona se debe convertir en su propio médico y en su propio cocinero. Lo cual no quiere decir que no va a volver a consultar al médico. Tampoco quiere decir que se va a dedicar a picar cebolla. No. Simplemente cada cual debe documentarse para tomar las riendas de algo tan básico como su alimentación.A continuación unos pocos principios de nutrición en favor de la salud cerebral (y por supuesto en favor de la salud física y mental):Comer lo que se tolere bien, siempre en cantidades moderadas.Jamás levantarse de la mesa con la sensación de llenura. Lo cual, además de ser malísimo para la salud es gula, un pecado capital. (He aquí un uso constructivo para los sentimientos de culpa!)Comer solo cuando se siente apetito y siempre con el estómago vacíoHacer de la comida un rato agradable para el cual se dispone de un tiempo suficiente.Comer muy poco en la noche.No tenerle tanto miedo a las grasas.Utilizar el aceite de coco como alimento para el cerebro (ver la próxima columna de Comportamiento Humano).Las proteínas animales recomendables como los huevos, el pollo, el pescado, el cerdo (satanizado por los fanáticos de las estatinas), y con menor frecuencia las carnes rojas, son nutrientes de excelente calidad. Recordar que se digieren mejor si se consumen de la manera más sencilla posible. Es muy deseable acompañarlas de verduras verdes preferiblemente crudas o ligeramente cocidas al vapor. Evitar el mezclarlas con harinas de cualquier tipo.Consumir grandes cantidades de verduras y cantidades moderadas de frutas eligiendo aquellas de bajo contenido en azúcar.Tener en cuenta que los verdaderos enemigos del cerebro son los excesos en gluten y azúcar razón por la que es fundamental reducirlos en la medida de lo humanamente posible. Según los expertos*, lo ideal sería eliminarlos del todo.Documentarse sobre los suplementos alimentarios como las vitaminas D, C y el complejo B.Tratar de acostumbrarse a un ayuno diario de 12 horas y ayunos semanales de 16 horas. Tales periodos le permiten al hígado el procesamiento de los alimentos y le dejan tiempo suficiente para la detoxificación del organismo.Si bien, mucho de lo comentado es simple sentido común, pocas veces se aplica, tal vez por simple falta de información.*Perlmutter, D., “Cerebro de Pan”, Grijalbovital, 2014

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