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Consideraciones para el uso de los opioides

Frente a los grandes peligros al respecto de la utilización de los opioides para aliviar el dolor (por ejemplo, oxicodona) es necesario tener guías claras

27 de marzo de 2022 Por: Vicky Perea García

Los opioides son fármacos muy atractivos porque producen resultados analgésicos muy rápidos y por ende generan un estado de bienestar. El problema es que son altamente adictivos, potencialmente letales a través de una sobredosis, accidental o involuntaria y están disponibles para cualquier persona que tenga un médico que llene los requisitos para obtenerlos. Las guías clínicas para el uso de estos medicamentos sirven para orientar no solamente a los médicos a cargo de prescribir estos potentes analgésicos, sino también para ilustrar a la población general que los recibe. A continuación, se presenta un resumen editado de las guías vigentes del CDC (1) para prescribir los opioides en el dolor crónico: *El tratamiento de elección para el dolor, idealmente, debería ser no farmacológico (por ejemplo, hacer ejercicio).

*Si esta opción no alivia el dolor, el siguiente paso a seguir son los analgésicos con menos posibilidades de generar dependencia (por ejemplo, aspirina, acetaminofeno).

*Cuando estos no funcionan se puede recurrir a los AINES o antinflamatorios no esteroideos, (por ejemplo, ibuprofeno), los cuales pueden en algunos casos generar adicción.

*Solamente cuando los pasos anteriores han fallado, se empieza a considerar el uso de los opioides (por ejemplo, oxicodona). Es entonces cuando el médico establece unas metas clínicas precisas y evalúa los riesgos para cada paciente, de manera individual. *Una terapia adecuada puede combinar analgésicos (opioides o no opioides) con otros métodos no farmacológicos, como por ejemplo el ejercicio.

*Se debe ilustrar al paciente al respecto de los riesgos y los beneficios del uso de la sustancia propuesta. *Hay que iniciar con la dosis más baja, que no debería superar los 50 mg de equivalente de morfina o MME (por sus siglas en inglés: Minimal Morphine Equivalent). *El máximo de días de utilización para dolores que no son crónicos, debe ser de tres, entendiendo que siete días de uso continuo es muy rara vez necesario.

* Se recomiendan, con prioridad, las formas de opioides de efecto inmediato, sobre aquellas que tienen un efecto retardado. *Es preciso evaluar los beneficios y los perjuicios en un periodo de máximo cuatro semanas en los casos de dolor crónico.

* A la primera oportunidad se deben cambiar por analgésicos no-opioides, para poder ir disminuyendo las dosis de los opioides. Está contraindicado el uso concomitante de benzodiazepinas. *Es ideal hacer evaluaciones periódicas a través de exámenes de orina con el objetivo de determinar los niveles del opioide y de otras sustancias en el paciente.

(1) Dowell, D. et all, CDC guideline for prescribing opioids for chronic pain, JAMA, 315(15) April 19, 2016

Nota: Al no generar adicción las alternativas no farmacológicas, como la acupuntura, son preferibles sobre las farmacológicas. Es de esperar que ésta última sea incluida en la próxima edición de las guías

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