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Comprendiendo al deprimido

Quién nunca ha sufrido una depresión no puede entender lo que ese...

13 de diciembre de 2015 Por: Carlos E. Climent

Quién nunca ha sufrido una depresión no puede entender lo que ese estado significa. Al deprimido se le hacen comentarios superficiales de apoyo y se le “reconoce” el problema, pero si no se mejora rápido la gente se irrita y se aleja. Su propia familia se satura rápidamente de su actitud, de sus discursos aburridores y de su “falta de colaboración”.Comentarios que destacan la ignorancia sobre el particular incluyen el clásico: “Ponga de su parte”, o “¿Deprimido?, si usted lo tiene todo” o “Ya es hora de mejorarse”. Como si la mejoría del cuadro clínico estuviera en manos del enfermo.Lo que ocurre es que el deprimido no puede trasmitir la gravedad de lo que le pasa y por tanto tiene dificultades para convencer a los demás de lo que está viviendo. La enfermedad lo humilla, lo reduce a su mínima expresión, le merma las capacidades físicas y mentales, lo incapacita para defender sus derechos y lo margina de todo.Sólo cuando el temporal devastador de un cuadro depresivo ha pasado, puede el enfermo trasmitir a los demás, con claridad y convicción, el significado de lo vivido:*”Se me quitaron las ganas de todo...me aislé…hablar con la gente me atemorizaba...creía que tenía alguna enfermedad incurable y muchas veces pensé que me iba a morir...ahora veo que no era nada grave”*“Nadie parecía creer la gravedad de lo que estaba viviendo”*“Me la pasaba pensando boberías las 24 horas del día. Pero no entendía lo que me estaba pasando”*“Estaba convencido que merecía un castigo por algo que no había hecho”*“Me recomendaban que cambiara de actitud pero no podía trasmitirles que eso era imposible. Lo peor de todo es que yo sabía que estaba muymal pero mis palabras no trasmitían lo que yo realmente estaba viviendo”*” Como no mejoraba rápidamente, toda mi familia se cansó de mis quejas. Nunca me lo dijeron pero yo sabía que ya nadie quería escucharme más. Y si lo hacían, era por darme gusto no porque me creyeran”*”Todo me daba miedo y todo lo veía negro”*Las cosas más sencillas me costaban un trabajo enorme”*“Lo único que deseaba era morirme... y ni siquiera eso podía contarle a mis seres queridos pues no quería preocuparlos más”*” Ahora que estoy bien me parece increíble haber pasado por ese infierno”Al paciente deprimido hay que creerle cuando dice que se siente muy mal, así lleve mucho tiempo con los síntomas.Una manera de ayudar a estos enfermos es la comprensión de sus seres queridos en el sentido de entender que sus quejas no son el producto de la imaginación, ni la falta de voluntad, ni la debilidad del carácter.Y que sus síntomas son la manifestación de una enfermedad médica real que tiene un tratamiento con indicaciones muy precisas y excelentes resultados en la mayoría de los casos.En vez de entablar discusiones sin sentido con el enfermo sobre dejar de quejarse o hacer algo productivo, los seres queridos deben obligarlo a recibir un tratamiento. Y entender que a veces la mejoría se demora más de lo imaginado pero llega en la mayoría de los casos.

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