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Ver esos vándalos disfrazados de manifestantes atacando a la Policía y manchando monumentos me saca la piedra. Ahí están pintados.

28 de abril de 2019 Por: Carlos Duque

Ver esos vándalos disfrazados de manifestantes atacando a la Policía y manchando monumentos me saca la piedra. Ahí están pintados.

Hay quienes se atreven a calificar la tragedia de Rosas, Cauca, de desastre natural. Somos los genios de la negligencia y la estupidez.

No demoran en declarar desastre natural la criminal deforestación de nuestras selvas.

“No heredamos la tierra de nuestros antepasados, la tomamos prestada de nuestros hijos”. -De un tuit de Juan Manuel Santos a propósito del Día de la Tierra.

Veo en las noticias a los 22 exguerrilleros de las Farc graduados de bachilleres y pienso que prefiero 80 veces ver a los guerrilleros así: armados para la paz.

Quien no tiene nada que ocultar prefiere el sexo y la justicia con la luz encendida.

Tampoco debemos creernos tan especiales; la globalización nos enseña que la estupidez es universal.

Todo Mesías tiene su Macías.

Debemos admitir que realmente les cabe todo el odio del país en la cabeza.

La guerra es la expresión máxima del machismo, la forma más arcaica de la masculinidad.

Tanto padre machista que confunde la educación familiar con amansar o domesticar a los hijos.

Qué tristeza. Ahora resulta que los niños de los desplazados venezolanos son más nuestros que los hijos de los reinsertados de las Farc.

Tan bueno que era cuando los colombianos éramos como niños y aún creíamos en los sueños.

Sigue en Twitter @_carlosduque