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Primero usar mejor

Qué uso se le podría dar, relevante y definitivo, al Palacio Nacional de Justicia medio desocupado por muchos años, o ahora al edificio de la Colombiana de Tabaco, ‘Edificio Pielroja’.

27 de septiembre de 2017 Por: Benjamin Barney Caldas

Qué uso se le podría dar, relevante y definitivo, al Palacio Nacional de Justicia medio desocupado por muchos años, o ahora al edificio de la Colombiana de Tabaco, ‘Edificio Pielroja’, sin uso importante desde hace varios meses, o al lote ‘ocupado’ por malezas, basura y uno que otro habitante de la calle en la Avenida Colombia entre calles 10 y 11, justo al frente del CAM al otro lado del río Cali, y por más de medio siglo toda una vergüenza para Cali. Pero lo imperdonable es el abandono del corredor férreo.

Y por supuesto el Municipio está en mora de expropiar muchos edificios y casas abandonados y lotes en pleno centro de la ciudad. Como ya sugirió en 1921 Hernando Guerrero, presidente del Concejo de Cali, en el Informe de Labores de dicho año al proponer la Avenida Colombia, lo que ya se recordó en esta columna hace casi dos décadas (18/05/1998) infortunadamente convertida sin imaginación en un bulevar de latas que no lo puede ser por la sencilla razón de que no podrá tener árboles a lado y lado ya que está cubriendo un paso subterráneo.

El nuevo uso de lo ya construido permite inversiones puntuales muy efectivas cuya adecuación no paraliza tanto las ciudades como las obras nuevas, genera más fuentes de trabajo artesanal, y permite su densificación utilizando la infraestructura vial y de servicios existente, incluso si es preciso mejorarla. Lo que en general es más económico para el erario que los grandes proyectos que se quedan por años solamente en costosísimos planes que hay que hacer de nuevo.

Usar mejor también implica que los proyectos se hagan primero que todo en los muchos lotes que hay, los que se pueden construir en lugar de extender la ciudad más, como en los edificios subutilizados o deteriorados, que se pueden remodelar y reforzar para volverlos sismo resistentes, como ya se ha hecho con varios en Cali, en lugar de demolerlos con la disculpa de que están en ‘mal estado’ cuando lo que se quiere es desaparecerlos por ‘viejos’ para codiciosamente hacer negocio comenzando por su demolición.

Pero por supuesto la revitalización urbana hay que pensarla integralmente para la ciudad y su región, estableciendo prioridades. Por ejemplo, en Cali lo urgente es recuperar su centro tradicional construyendo vivienda en los lotes del Estado, como el lote del Sena, pero igualmente en terrenos privados, y proceder a exigir la remodelación de los muchos edificios y casas abandonados que hay cada vez más en el sector, o convertidas en estacionamientos.

En este mismo sentido habría que usar mucho mejor las calzadas de las calles existentes, regularizando sus carriles en numero y anchura, mejorando así la movilidad en ellas, y para poder ampliar y arborizar sus andenes, en lugar de hacer nuevas vías y más puentes inútiles pues lo que se necesita es una buena semaforización. Y construir grandes parqueaderos públicos debajo de la Plaza de Caicedo y de la de San Francisco como se propuso en el Plan del Centro Ampliado, el que hace años ya refundieron en Planeación.

Pero también hay que completar el equipamiento urbano de la ciudad, usando los edificios ahora mal usados, hacer un gran parque en la Base Aérea, y algo, ¿qué podría ser?, en las bodegas del ferrocarril y en el edificio del Molino Roncallo, siguiendo el buen ejemplo de lo que se piensa hacer en la antigua Fábrica de Licores. Proyectos de carácter regional, como igualmente ya se ha sugerido en esta columna (Revitalización, 19/01/2012) pero es que hay que insistir en ello.

Sigue en Twitter @BarneyCaldas

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