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¿Pensando o soñando?

Una utopía en el sentido que les da Eduardo Galeano: metas en el horizonte que se alejan a medida que nos acercamos a ellas, pues siempre se deberán criticar colectivamente y ampliar, disminuir o enmendar.

13 de junio de 2018 Por: Benjamin Barney Caldas

Una utopía en el sentido que les da Eduardo Galeano: metas en el horizonte que se alejan a medida que nos acercamos a ellas, pues siempre se deberán criticar colectivamente y ampliar, disminuir o enmendar. Pero sin perder de vista que entre todas conforman un solo propósito mirando al futuro a partir de su pasado y a pesar del desorden presente, que de contera buscan mejorar ahora y aquí, pues ya muertos para qué. En fin, algo como el blanco que es la unión de los colores y no su ausencia.

Instituir un sistema parlamentario y unicameral, que nombre Primer Ministro, y con muchos menos miembros y que sean rotados y la mitad elegidos, y la otra representantes de los gremios y las universidades, y lo mismo Asambleas y Concejos. Dividir el país en sus diferentes regiones, con departamentos pequeños alrededor de las ciudades grandes, y dotarlas de un área metropolitana planificada a largo plazo económica, urbana y arquitectónicamente, y con centralidades peatonales.

Proteger naturaleza, biodiversidad, cordilleras, valles, llanuras, bosques, selvas y fuentes de agua, y la belleza de sus paisajes. Incrementar la energía eólica, solar y de pequeñas plantas hidráulicas. Controlar la minería y reciclar el agua, la basura y lo ya construido, y parar la contaminación del medio ambiente. Impulsar el control de la natalidad, legalizar el aborto y frenar la sobrepoblación. Reducir el consumismo y castigar su propaganda engañosa y la dañina del paisaje, y comer lo orgánico y local.

Preservar la propiedad y ‘domesticar’ la economía capitalista vigilando que cumpla su función social. Expropiar las propiedades abandonadas. Fomentar la agroindustria diversificada y las pequeñas granjas, y sólo la industria no contaminante. Exportar más e importar menos. Y mejorar las condiciones laborales de todos. Legalizar las drogas para eliminar su impacto negativo en la economía, poder controlar su consumo y facilitar la ayuda a los drogadictos. Y eliminar ya los tres ceros.

Hacer respetar la Ley y combatir la corrupción y trampa a todo nivel. Disminuir y mejorar el Ejército y mejorar y aumentar y profesionalizar la Policía. Impedir la exclusión social, étnica, de genero y sexual. Garantizar la libertad de ideología, prensa y opinión pero prohibir los comentarios anónimos. Buscar en las ciudades una sociedad respetuosa del otro, mejorando la calidad de vida de los colombianos pues ya casi todos viven en ellas, pero sin olvidar a los campesinos y sus costumbres.

Extender y mejorar la educación, utilizando los nuevos recursos tecnológicos, en todos sus niveles, buscando que sea transdisciplinar a partir de las humanidades, ciencias, técnicas, artes y literatura. Proteger los bienes de interés cultural. Incrementar los eventos culturales y los espectáculos, y promover otros deportes y no sólo el fútbol. Y profundizar los lazos culturales con los países vecinos y el resto de Iberoamérica y con España, claro, ya que dizque somos independientes pese al tío Sam.

Planes, proyectos, doctrinas o sistemas deseables que parecen de difícil realización, pero que pretenden contribuir a una representación imaginativa de una sociedad futura de características favorecedoras del bien humano, que es como el DLE define utopía. Y partir de la peculiar geografía del país, que ha determinado su historia y oligarquías, como escribe Antonio Caballero, y el contrabando, guerrillas, coca y narcotráfico, según se ve en la Historia mínima de Colombia de Jorge Orlando Melo.

Sigue en Twitter @BarneyCaldas

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