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Peatones y vehículos

Los puentes peatonales no son la solución pues además de invadir las calles, son inútiles para muchos si sólo tienen escaleras pues las personas con dificultades para caminar no los pueden usar

6 de marzo de 2019 Por: Benjamin Barney Caldas

En las calles y avenidas de las ciudades como en las autovías y autopistas regionales, su cruce es inevitable. Pero si bien en estas últimas obligatoriamente debe ser a niveles diferentes, dada la velocidad de los automóviles, en las ciudades pueden ser, en la mayoría de los casos, a nivel y más económicas y eficientes. Basta con semáforos con tiempo para los peatones y que estén sincronizados para crear olas verdes para los vehículos, y en cruces sin mucho tránsito sólo ‘cebras’ en las que tiene prioridad el peatón, o incluso simples pasos peatonales en los que peatones y ciclistas por un lado, y automovilistas y motociclistas por el otro, ceden el paso de acuerdo con las prioridades de cada caso.

Los puentes peatonales no son la solución pues además de invadir las calles, son inútiles para muchos si sólo tienen escaleras pues las personas con dificultades para caminar no los pueden usar, y además muchos atarbanes prefieren pasar corriendo por debajo; y si cuentan con rampas, mucho más invasivas, o que absurdamente solo la tienen a un lado, estas son muy largas y sin descansos suficientes por lo que no invitan a utilizarlas, lo que sí hacen muchos motociclistas avispados. El hecho es que los pasos peatonales a diferente nivel que sean inevitables, sean puentes o pasos subterráneos, deben tener ascensor para los que lo precisen, y escaleras mecánicas los de mayor uso.

Por todo esto es que los nuevos semáforos de la Calle Quinta con Carrera Sexta son un muy importante paso adelante en esta batalla por lograr que en esta ciudad los peatones tengan prioridad, y para que muchos conductores escépticos puedan comprobar de nuevo que no perjudicaran el tránsito automotor, como ya se puede ver en la Calle Cuarta Norte entre el CAM y la Plazoleta de la Caleñidad. Y que se entienda que su continuidad depende es de que los semáforos sean suficientes e ‘inteligentes’, es decir que estén sincronizados a partir de medir la demanda de peatones y vehículos a lo largo de los diferentes días de la semana y a las diferentes horas del día y la noche.

Pero igualmente los nuevos semáforos de la Quinta son importantes pues evidenciaran aún más la necesidad de volver a unir a San Antonio con La Merced, hundiéndola entre la Avenida Colombia y la Carrera Diez, lo que aceleraría la circulación de vehículos pero por supuesto dejando un carril lateral ancho y a nivel a cada lado. Sería de gran importancia para el centro tradicional de la ciudad, el que por las noches carece de animación, pues no tiene ya casi viviendas y por lo tanto se presta a la delincuencia. Y sería todo un ilustrativo espectáculo si en lugar de demoler el puente peatonal de la Carrera Sexta, se lo bajara y se pusiera a nivel de la calle una vez hundida la Quinta.

Desde luego este tema del cruce de peatones y vehículos debería ser un aspecto clave para delimitar las nuevas Localidades en que se dividirá la ciudad, en su nueva calidad de Distrito Especial, considerando que deberán serlo alrededor de conjuntos de nuevas centralidades peatonales, precisamente, pero intercomunicadas sus ‘cabeceras’ rápidamente por un sistema intermodal e integrado de transporte público. Es justamente el componente de movilidad del nuevo eje urbano y regional para Cali que propone un grupo de profesionales conocedores del tema, con la colaboración de la Sociedad de Mejoras Públicas y Caliescribe.com en donde se puede consultar.

Sigue en Twitter @BarneyCaldas

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