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Prensa: ¿Perdió el año?

Salvo casos aislados, el periodismo colombiano salió airoso en el 2014. Los...

26 de diciembre de 2014 Por: Beatriz López

Salvo casos aislados, el periodismo colombiano salió airoso en el 2014. Los medios asumieron muchas veces la labor de la Justicia, investigando la verdad sobre asesinatos, corrupción pública y privada y presionando la revisión de juicios sobre magnicidios y crímenes de lesa humanidad, que dormían el sueño de los justos.***Hubo fiascos, como el del secuestro del general Alzate. Mientras Telesur cubrió en vivo la devolución del militar y sus compañeros cautivos, los noticieros colombianos se vieron a gatas para informar y terminaron ‘colgados’ del canal venezolano. Todo por la dependencia antiprofesional que tienen nuestros medios con las fuentes castrenses.***El año pasado, durante el Hay Festival de Cartagena, Enrique Santos dijo una verdad insoslayable, que la orientación editorial ya no dependía de los directores de los medios, ni de los partidos políticos sino de una elite empresarial. En estos días vimos lo que jamás habría sucedido en épocas de Roberto García-Peña en El Tiempo: un editorial protestando por la Reforma Tributaria, que “atentaba” contra los intereses de su hoy propietario, Luis Carlos Sarmiento.***Sin embargo, hay que reconocer que Semana, dirigida por el sobrino de Juan Manuel Santos, y El Espectador, de propiedad de la familia Santo Domingo, han mantenido una línea informativa y analítica objetiva. A sus columnistas no les tiembla la mano para denunciar la corrupción, violación de derechos humanos o el declive moral de las altas cortes. El Portal Las2Orillas, que dirige María Elvira Bonilla, le da sopa y seco a la gran prensa con su periodismo under ground y chivas como la del avión adquirido por el gobierno Santos. Los caricaturistas Osuna, Mheo, Matador y Nieves también ganaron el año.*** En radio se agotan los esquemas de Darío Arizmendi y la W que no renuevan el libreto y RCN por la prepotencia de Vicky Dávila. Se posiciona Blu pese a las gazaperas de los panelistas por imponer sus criterios. Llama la atención que Gustavo Gómez, que cautivó en Caracol con su estilo cercano y descomplicado, pretenda reemplazar al monstruo de la radio que es Hernán Peláez en la conducción de La Luciérnaga. No todas las vertientes del periodismo se pueden dominar, querido Gustavo.***Los canales privados RCN y Caracol se mueven como un péndulo en el manejo de la información. En tiempos de Uribe al primero lo llamaron Radio Casa de Nariño, ahora hace oposición. Caracol, perdió su esencia con la llegada de Luis Carlos Vélez, quien al imponer el estilo gringo en el manejo de la información le hizo perder credibilidad con su periodismo light y altanero. Ambos canales se reivindican con ‘Los Informantes’ y las denuncias de Pirry.***El rigor informativo en Tv. lo ejercen el Canal de El Tiempo, Cable Noticias, Noticias Uno y CM&. Sobresalen los debates de Cable Noticias, bajo la dirección de Jimena Duzán y Canal Capital, con María Elvira Samper. Banderilla negra para Yamid Amat, que amparado en su trayectoria como periodista independiente se le fueron las luces en la entrevista a Álvaro Villegas, propietario del Space. Entre los regionales, se destaca +Pacífico, que no olvida el oficio de la reportería in situ.***No quiero terminar sin referirme a esta casa. Felicitaciones a Diego Martínez por el apoyo a sus reporteras mujeres, por el trabajo de la Unidad Investigativa (aplausos al tema de la Licorera) y el descubrimiento de un gran cronista: Jorge E. Rojas. Y banderilla negra para la columna de Diego sobre el general Alzate.