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Ni un paso atrás

Me identifico plenamente con la columna de opinión de María Elvira...

16 de octubre de 2012 Por: Aura Lucía Mera

Me identifico plenamente con la columna de opinión de María Elvira Bonilla a propósito de las amenazas al secretario de Tránsito, Hadad. Solamente en Cali puede suceder este despropósito. La pregunta es si queremos o no salir del contubernio entre concejales y transportadores, agitados nada más ni nada menos que por Alexánder López quien se volvió senador a punta de prebendas y demagogia y que no pierde la menor oportunidad de revolver los avisperos que le convienen para perpetuarse en su sillón de congresista hasta que le salga la panza de Gerlein y también tenga que sentarse acostado.Si Cali fuera una ciudad normal, y no atenazada por la corrupción, el narcotráfico y una secuela de administraciones vergonzosas, concejales perpetuos que se están quedando sin prebendas qué ofrecer y funcionarios atornillados y blindados en sus cargos encargados de obstaculizar absolutamente todo y seguir ideando triquiñuelas para desfalcar el fisco a su favor, repito, si Cali fuera una ciudad normal, estaríamos orgullosos todos los ciudadanos de ser la primera ciudad de Colombia en no tener buses contaminantes, ni matones al volante incrustados en la guerra del centavo, atropellando todas las leyes del tránsito, entorpeciendo la movilidad y sembrando el terror en calles y carreteras.El Secretario de Tránsito, el único que ha logrado poner disciplina, respeto al peatón, límites a la barbarie motorizada, en lugar de recibir un respaldo unánime de todos los caleños ha tenido que ausentarse porque los que se quedaron sin mamar de la teta a que estaban acostumbrados, con la alcahuetería de ediles, lo están amenazando de muerte. Somos la única ciudad del planeta, creo, que se resiste a tener un gobierno honesto, firme, que está haciendo las cosas bien, que no se deja presionar por los concejales, que quiere, con su equipo que es de lujo, ordenar una ciudad que se acostumbró al caos, al latrocinio, a los negociados y a los dineros oscuros.Pareciera que Cali añora las épocas de Cobo-musculito, de Jhon Maro, de Apolinar y sus secuaces, de Ospina, que aunque removió cosas y logró objetivos importantes, está muy calladito, parece que cultivando orquídeas, y sin decir ni pío para que no le escarben muchas cosas. El respeto del alcalde Guerrero con la administración pasada no se puede confundir con falta de valor para sacar muchos trapos al sol. El gobierno de Rodrigo Guerrero y su equipo, repito, se ha dedicado a mirar hacia adelante y no quedarse en la noria de revolver aguas non sanctas.Tenemos funcionarios de lujo. Honestos. No se va a perder un solo peso. Esto no lo pueden admitir los reyezuelos del Hemiciclo. No le perdonan que no salga todos los días en las fotos, ni en escándalos. Cali se acostumbró a vivir en la escoria. Se nos olvidó la decencia.Hadad merece el respaldo y la solidaridad. Logró lo que nadie había logrado. Disciplina y orden a la anarquía motorizada. Un Transporte Masivo que funciona. Los caleños que sí creemos en una Cali decente, le decimos: “Ni un paso atrás”.

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