Más regalos y otros temas

Cali sigue recibiendo regalos. El miércoles 7, o sea mañana, la Junta de Acción Comunal de El Retiro-Pance, Comuna 22 en el sur de la ciudad, ofrece gratuitamente un día lleno de música y arte desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde.

Leonor González Mina, ‘La negra grande de Colombia’ es la invitada especial. Esa mujer maravillosa que nos representó en Estocolmo cuando Gabriel García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura, aplaudida por los reyes suecos y la élite intelectual y científica galardonada en el banquete del palacio real. Cuando su voz privilegiada interpretó ‘A la mina no voy’, arrancó lágrimas, inundando de sentimiento el gigantesco recinto donde más de mil invitados la escuchaban.

También habrá una presentación titulada Antología Musical y una exposición de arte y fotografías. Felicitaciones a su coordinador, Gabriel Gallego, presidente de la Junta, a la Icesi, Jaramillo Mora, IG 360 y el acueducto El Retiro que hicieron posible este evento. Todos los caleños están invitados... ¡Celebremos Cali de nuevo!

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Paso a otro tema. Se acercan las elecciones para la Alcaldía de Cali y Concejo. Creo firmemente que todos tenemos la obligación de pensar y reflexionar sobre cuáles son los candidatos que más le convienen a la ciudad, y no dejarse arrastrar por populismos, promesas que jamás se cumplen, intereses políticos con trasfondo económico (léase serruchos y tajadas), polarizaciones, tamales y proclamas y mensajes en las redes sociales que incitan a una lucha de clases y no a votar por los mejores programas debidamente sustentados.

Recuerdo en uno de los años más oscuros y ciegos de Cali a un personaje que se lanzó primero como candidato, diciéndome que “se lanzaba porque estaba mal de plata... y de pronto conseguía algo”. Consiguió una de las más importantes secretarías.

Reflexiono. Jorge Iván Ospina ya fue alcalde, ya ejecutó obras importantes, está cuestionado y lo más probable es que sea sancionado y destituido. Votar por él, es botar pólvora en gallinazos. Parece que las ansias de algunos personajes por el poder son insaciables.

Roberto Ortiz. Hombre correcto, buen empresario, sensibilidad social. Se acaba de pegar un tiro en el pie aceptando el apoyo del Centro Democrático, que no da puntada sin dedal y pretende adueñarse de Cali y tenerlo como títere, como sucedió con el actual ‘presidente’ Duque. No sabe en el nido de víboras en el que se está metiendo. Qué mi Dios lo coja confesado.

Alejandro Eder. Me gustan sus propuestas, concretas, sobrias, posibles. No está untado de politiquería ni arreglos por debajo de la mesa. Es honesto a rajatabla y seguirá el perfil de Rodrigo Guerrero y Maurice Armitage, de un liderazgo pensado en la ciudad, transparente y progresista. Gracias a ellos Cali resurgió de las tinieblas que nos hicieron tocar fondo con Musculito, John Maro y Salcedo. Ospina removió escombros y nos empezó a mostrar una nueva era.

Tenemos la obligación, repito, de pensar en la ciudad que está atravesando uno de sus mejores momentos en educación, cultura, vivienda y vías... con funcionarios intachables. No podemos dejar que dé un solo paso hacia atrás. Volver a las épocas de los serruchos, coimas y trapizondas sería imperdonable. Igual con los concejales. Reflexionemos.

PD: así me lluevan piedras, estoy de acuerdo con el cobro por el derecho a parquear en ciertos sectores de Cali. Esto se hace en todas las ciudades del mundo. Aquí todo lo queremos gratis y a nuestra manera de ser, caótica y egoísta.
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