¡Aprender a escribir!

Qué alegría la noticia. La Universidad Icesi iniciará a partir del 25 de julio un Taller de Especialización en Escrituras Creativas, dirigido por Catalina Villa, una periodista sagaz y gestora cultural de primer orden, quien además es la coordinadora del Festival de Literatura Oiga, Mire, Lea, que entre otras cosas va para su quinto aniversario, cada vez con mayor audiencia.

Esta noticia me saca de ese hueco negro que quiere chuparme en espiral descendente al ver el caos en que estamos sumidos. La polarización se crispa más cada día. Los falsos positivos han regresado. El asesinato sistemático de líderes sociales ya no se puede tapar. Las cortinas de humo para desviar la atención de escándalos más profundos, la sensación total de desgobierno, el pesimismo, la frustración al sentir que si están volviendo trizas la paz y que una mano negra detrás del trono tiene los hilos conductores que pretenden borrar todo logrado. En fin.

Vuelvo a la alegría. Siempre he creído que todo ser humano tiene algo que contar. Cada persona es un libro inédito. Un misterio. Un mundo. La escritura tiene que dejar de ser un mito, donde solo unos seres privilegiados pueden enfrentarse al reto del papel en blanco, en estos tiempos a la pantalla en blanco.

Recuerdo, hace años, en un internado en Suiza en el que yo era la única latina y solo treinta alumnas, que le escribí a mi mamá sumida en la depresión y sintiéndome incapaz de integrarme, viéndome como la única india del combo, aunque no llevaba plumas ni taparrabo. Ella me respondió que dejara de estar en la autocompasión y que como me gustaba leer, viera en cada una de mis compañeras un libro y empezara a leerlo.

Así lo hice. Descubrí seres fabulosos y establecí amistades que todavía perduran.

Se escribe cuando se deja hablar el ombligo. Cuando se sacan emociones, dolores, ilusiones y decepciones. Lo que se aprende son las técnicas narrativas. Esas sí con la cabeza. Las estructuras. Los recursos narrativos. Y se deja de lado el ego y el temor a hacerlo mal. Para aprender a caminar fueron muchos los porrazos.

Este taller, dirigido por Catalina y con la participación de escritores como Pepe Zuleta, Pilar Quintana, Santiago Gamboa, Chang, Susana Esquivel entre otros, será un banquete de letras.

Ayudarán a realizar una novela, una crónica, un cuento, un guion cinematográfico, cuentos infantiles, ¡todo el abanico mágico de las palabras! Proporcionando las herramientas para que cada uno de los participantes pueda desarrollar sus habilidades narrativas.

Al escritor, como dice Catalina, no le llega ‘La Musa’ de pronto. El oficio requiere disciplina, técnicas y práctica. Aprender a bajar las ideas al ombligo y lograr la armonía. También ponerle pasión, cojones y corazón.

Las inscripciones están abiertas hasta el 24de mayo. Por favor, jóvenes, adultos, no pierdan esta gran oportunidad. Dejen salir su creatividad y enriquezcan nuestro mundo con sus historias.

Felicitaciones Icesi. No pueden haber escogido mejor timonel. Catalina llevará la nave a puerto seguro. ¡Buena Mar!

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Posdata. Les adelanto que el Festival de Literatura Oiga, Mire, Lea, en su quinto aniversario en septiembre estará lleno de maravillas. Por ahora no digo más.
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