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Un niño nos ha nacido

Durante estos días de la novena de Navidad la contemplación del pesebre nos evoca el encuentro de Dios con la humanidad a través de la ternura de un niño recién nacido.

22 de diciembre de 2019 Por: Vicky Perea García

Por: monseñor Édgar de Jesús García Gil, obispo de Palmira

Durante estos días de la novena de Navidad la contemplación del pesebre nos evoca el encuentro de Dios con la humanidad a través de la ternura de un niño recién nacido. Un encuentro que podemos llamarlo comunión de amor entre Dios y cada uno de nosotros los hombres, varones y mujeres.

Lo primero que me asombra es que Dios haya querido hacerse humano y compartir con nosotros la historia en un pueblo concreto y en un tiempo determinado. Lo humano es siempre valioso para Dios.

Pero este encuentro tiene características especiales porque Dios escogió para enviar a su Hijo Jesucristo un par de jóvenes nazarenos que conformaron la familia de Belén o de Nazaret a través de la cual llego al mundo el niño Dios. La salvación nos llegó a través de la familia. La familia es la mejor cuna de la Vida que vino a regalarnos el Dios humanado. La familia es para Dios la clave y fundamento de una humanidad que quiere crecer en la civilización del amor.

Otro detalle sorprendente es que la pesebrera de Belén no tiene puertas y todos podemos entrar a contemplar el niño Dios. Con razón lo llamamos el Emmanuel, Dios con nosotros. En el portal de Belén están los ángeles que cantan, los pastores que miran asombrados al recién nacido, los sabios de Oriente que se postran en adoración al niño Dios, Rey y Hombre (incienso, oro, mirra). Dios vino para todos.

Finalmente veo en el pesebre de Belén toda la creación que también se alegra por el nacimiento de Jesús. La casa común, el planeta tierra que se ilumina con la humildad del Niño Dios. Los cielos, las estrellas, las montañas, los ríos, los desiertos, las llanuras, los animalitos, todo estalla con la alegría de la salvación. Y la oscuridad de la noche se convirtió en un día radiante sin ocaso y sin fin.

Feliz Navidad.

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