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Nos guía la fe

Cómo olvidar que la fe es un don de Dios, que es...

14 de junio de 2015 Por: Arquidiócesis de Cali

Cómo olvidar que la fe es un don de Dios, que es un regalo esplendido de aquel Padre misericordioso que por amor nos crea y en la esperanza nos regala el mayor deseo de nuestra condición cristiana: ser transformados en sus hijos para participar así de su Reino.“Han cambiado los tiempos, no la fe”; así se expresaba el gran padre y doctor de la Iglesia Agustín de Hipona en su Iglesia del norte de África, donde fue hecho primero sacerdote y luego Obispo después de su conversión a la fe y al cristianismo.Que gran realidad la que nos ha tocado vivir en esta época de la historia: grandes descubrimientos y enormes avances de la tecnología en favor de casi todas las ciencias: el mundo de las comunicaciones es hoy -con relación a un pasado reciente -, inimaginable, es decir, ha cambiado para siempre el concepto de la telefonía, de las posibilidades mercantiles y comerciales, de las distancias, incluso de las relaciones interpersonales; hablamos del mundo como una aldea, sin límites y con todas las posibilidades.Así pues, los cambios de los tiempos han pretendido cambiar también la fe, cuantos afirman: ¡no creo en nada, no tengo fe! En verdad no es del todo cierta esta expresión pues, en el fondo es creer en otras cosas o principios que el mundo de hoy propone como ciertos, evidentes y del todo gratificantes.La comparación de Jesús en el evangelio de hoy acorde con lo anunciado por el profeta se hace plenitud en El mismo que es a su vez eterno y temporal, hombre y Dios que en su omnipotencia sí puede hacer lo que el hombre no puede aunque lo pretenda: “yo, el Señor, derribo el árbol empinado y hago crecer la planta humilde; seco el árbol verde y hago reverdecer el árbol seco. Yo, el Señor lo digo y lo hago” (Ezequiel).

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