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La lista de Uribe

Nadie puede ignorar que el nivel profesional y humano de los congresistas...

23 de septiembre de 2013 Por: Antonio de Roux

Nadie puede ignorar que el nivel profesional y humano de los congresistas de Colombia es, en términos generales, deplorable. De esa condición se salvan unos cuantos, cuya prestancia y patriotismo hacen abrigar la esperanza de mejores días.El Congreso de la República que tenemos, expresa en forma fidedigna las taras y mañas de nuestros partidos políticos. En el ámbito de casi todas esas organizaciones las decisiones importantes, como la selección de candidatos, están presididas por las componendas y el clientelismo. De esta manera a las denominadas “listas oficiales” y finalmente al parlamento, llegan decenas de individuos no idóneos cuyo común denominador es el compromiso con los propios intereses y la indiferencia frente a los empeños colectivos. La gran ausente y víctima de tales procederes es la ciudadanía. Tiene que tragarse los lagartos y sapos inscritos, o abstenerse de ejercer sus derechos democráticos.Estas consideraciones son ineludibles cuando se piensa en la lista para el senado presentada por el ex presidente Álvaro Uribe. Imposible negar que fue confeccionada a dedo, pero también es verdad que incluye excelentes personas, quienes de otra manera y por carecer de maquinaria, jamás llegarían al Congreso para desafiar a los mediocres y cualificar el ejercicio de la política. Ojalá el ejemplo cunda y los partidos tradicionales también den oportunidad a los ciudadanos competentes e incontaminados, aquellos que estarían dispuestos a asumir una responsabilidad en la arena pública.En la nómina de Uribe Vélez aparecen nombres como el de María del Rosario Guerra, quien fuera discreta y eficaz ministra; Paloma Valencia, analista juiciosa, de cuyas perspectivas ideológicas usualmente difiero, pero quien posee quilates intelectuales incuestionables; Ana Mercedes Hoyos, comprometida impulsora de los derechos humanos, gran colombiana y periodista. Mención aparte merece Susana Correa Borrero, nuestra coterránea, que ha dado muestras reiteradas de su vocación de servicio. Como se sabe dirigió de manera acertada los destinos de Emcali y desempeñó la gerencia de los Juegos Mundiales 2013. En esta actividad puso a relucir sus capacidad profesional y su eficiencia, efectuando un aporte sustancial para el éxito alcanzado.La lista sin embargo, tiene lunares y me refiero a la inclusión de José Obdulio Gaviria. Uno no escoge sus parientes, por eso considero injusta la descalificación de su nombre que hicieran Andrés Pastrana y Juan Manuel Galán, al enrostrarle la relación familiar con Pablo Escobar. La cuestión es otra, consiste en que el talante dogmático, recalcitrante, fundamentalista del antiguo asesor presidencial, nada tiene que ver con la frescura, creatividad, ecuanimidad que deben predominar en una propuesta deseosa de convocar a la ciudadanía. Queda la idea de que la aparición de ese personaje en la lista obedeció más al compadrazgo y al amiguismo, antes que a su conveniencia para la nueva empresa.La prueba de fuego del movimiento naciente estará cuando empiecen las sesiones del Congreso. Entonces los nuevos senadores tendrán que dar a conocer si su compromiso es con la construcción de un país próspero y armónico o si, por el contrario, se quedan anclados en una oposición cerrada, visceral, alimentada en los egos y nostalgias de ciertos protagonistas.