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La carta de Christine

En buena hora el gobierno de Cali está encabezado por un ciudadano que no pertenece a la casta politiquera. Todos sus conocimientos, su tiempo, y su experiencia están al servicio de la ciudad, y no tiene agenda orientada a montar tolda política o conseguir lucro personal.

2 de abril de 2017 Por: Antonio de Roux

En buena hora el gobierno de Cali está encabezado por un ciudadano que no pertenece a la casta politiquera. Todos sus conocimientos, su tiempo, y su experiencia están al servicio de la ciudad, y no tiene agenda orientada a montar tolda política o conseguir lucro personal. Lo primero porque está muy viejo para intentar carrera en la escena pública; lo segundo porque no necesita más bienes que los ya obtenidos en una larga vida de emprendimiento empresarial.

Se critica al Alcalde por la falta de recorrido en la administración pública, pero otros consideramos que ese es uno de sus mayores atributos. Maurice Armitage tiene amplia experiencia en materia de gestión, sus empresas son exitosas y en ellas ha predominado el principio de solidaridad. Y es precisamente esa distancia del sector oficial la que le ha permitido apreciarlo con sentido crítico, dimensionar sus múltiples falencias y plantear soluciones valientes, que difícilmente podrían surgir de quien haya pelechado en los medios politiqueros.

Christine Armitage reaccionó justamente y respondió el mensaje contra su padre que circuló en las redes sociales. Un mensaje cuya forma y contenido son inaceptables porque el Alcalde no es un pintado en la pared, ni le ha quedado grande el puesto.

En el escrito Christine hace un resumen de los avances logrados por la administración local durante sus primeros quince meses. En este orden de ideas destaca el apoyo a las fuerzas policiales; la resocialización de pandillas, y la generación de oportunidades a través de los programas de gestores culturales y ambientales, iniciativas que han permitido una mejoría importante de los índices de seguridad. También reseña el avance en el despeje y rehabilitación del jarillón, obra indispensable para estar a salvo de avalanchas e inundaciones provocadas por el río Cauca. Además menciona la reforma administrativa la cual posibilitó contar con una estructura de gobierno más eficiente.

La respuesta de Christine se detiene en otro asunto fundamental: la defensa de Emcali adelantada con especial valor civil por Maurice. En este caso afirma ella con propiedad: “Por fin un alcalde de Cali se atrevió a decir de frente lo que por años hemos sabido pero nadie decía. Que los sindicatos de Emcali se están devorando la empresa”.

Reconociendo los logros reportados en casi todos los frentes, es necesario decir que el desafío principal de Cali se presenta ahora en el campo de las vías y la movilidad. La falta de soluciones de fondo en la materia significa exasperación, deterioro en la calidad de vida y un golpe a la productividad. Esto porque la gente termina malgastando buena parte de su tiempo útil en desplazamientos eternos.

Resulta importante entender que los gobernantes de origen independiente reciben con frecuencia agresión de los politiqueros y embates destemplados de los otros ciudadanos. Aunque como señala Christine, de estos debería esperarse que sus expresiones sean propositivas, construyan con sus actos y palabras.

Siendo tal el panorama, corresponde al gobernante y a su círculo íntimo efectuar un ejercicio permanente de resiliencia, palabreja que alude a la capacidad de recuperarse frente a hechos, expresiones y situaciones adversos. Esta es la ruta irrenunciable de Maurice Armitage porque su destino es servir dejando huella, y de ello no podrá escaparse.

Sigue en Twitter @antoderoux