El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Una pelea de hombres

Este paro debe ser resuelto con ojos de mujer. Cómo es posible que siga impávido el vocero del Comité ante una mujer que dio a luz en una ambulancia y su hijo murió porque no pudo llegar al hospital, o la ciudad de Cali

6 de mayo de 2021 Por: Angela Cuevas de Dolmetsch

El día anterior a la batalla campal de Siloé, las mujeres del movimiento social pedían a gritos que no se expusiera más a los jóvenes y que era el momento de replegarse. Ellas participaron en las marchas masivamente, hubo casos de violación poco reportados y de desapariciones de mujeres cuyo paradero es aún incierto. Las madres clamaban por la vida de sus hijos, pero los oídos sordos de los organizadores del paro fueron evidentes. No se sabía ni siquiera que Francisco Maltés, un hombre blanco de ojos azules y de apariencia eslava era el vocero del paro. Se llamó al congresista Wilson Arias con poco éxito y con el dolor en el corazón e instinto materno y no pudiendo conciliar el sueño siguieron desde sus celulares las muertes y las batallas y luego hicieron velatón con las madres que habían perdido a sus hijos.

No hubo un grito de madre en el comité del paro y entre las nueve organizaciones que lo conforman no hay ninguna mujer ni como presidenta ni como vocera. En la petición solo se menciona tangencialmente a las mujeres al decir: “No discriminación de género, diversidad sexual y étnica”. Nunca les ha pasado por la cabeza que en Colombia hay una ley de cuotas. Que el presidente Duque, aunque se comprometió en su campaña con paridad de genero la ha venido incumpliendo sistemáticamente y que el gabinete está demandado varias veces. Si nos guiamos por la CUT donde solo hay dos mujeres de 21 entre sus directivos, los sindicatos colombianos, los gremios, las mismas instituciones son evidentemente machistas pues consideran que la ley de cuotas es un hazmerreír.

Aunque el movimiento social de mujeres acompañó el paro y el Día Mundial del Trabajo, puso su cuota de alegría y canciones, sus reivindicaciones son ignoradas. ¿Por qué no se habla del subsidio para las madres durante los primeros dos años de sus hijos como lo hay en otros países? ¿Por qué no pedimos que la violencia contra la mujer que cobra miles de víctimas no siga en la impunidad? Las mujeres lloramos a nuestros hijos asesinados ponemos nuestros cuerpos y somos violadas.

Qué pasó con las mujeres que lucharon hombro a hombro con los hombres en la guerrilla y cuando se hicieron los cuadros las enviaron a cocinar. Nos las encontramos en la vida civil, mujeres inteligentes que podrían ser un aporte al país pero que fueron relegadas al olvido por ser mujer.

Este paro debe ser resuelto con ojos de mujer. Cómo es posible que siga impávido el vocero del Comité ante una mujer que dio a luz en una ambulancia y su hijo murió porque no pudo llegar al hospital, o la ciudad de Cali sitiada por el hambre y los hospitales sin insumos ni oxígeno para salvar a los pacientes del covid. Y Usted qué va a hacer, le preguntaron a Francisco Maltés, no hubo ni una señal de bondad ni de misericordia ni se iluminaron sus ojos de un frío azul glacial, simplemente dijo:
“Seguiremos con el paro hasta que el gobierno nos escuche”.
Sigue en Twitter @Atadol