Las travesuras de Trump

Sí se pensó pero nadie lo creyó, que Trump iba a llevar su extrema locura de campaña a volverla decretos presidenciales en la primera semana de su mandato.Recibí de mi nieto en la Universidad de Pensilvania una sentida carta del mundo académico donde como educadores, consideran que prohibir el ingreso indiscriminado de ciudadanos de algunos países musulmanes es un insulto al trabajo docente y una negación de los valores que por siglos ha distinguido a la sociedad estadounidense. “El daño causado a los derechos humanos y a las oportunidades de nuestros estudiantes y colegas”, dice el comunicado, “no tiene justificación de ningún tipo, ni aquí ni en ningún lado del mundo”. Estos decretos van dirigidos a acabar con la excelencia, negar las oportunidades de la investigación científica y los descubrimientos intelectuales, que han colocado la educación universitaria de los Estados Unidos a la vanguardia de la integración y el desarrollo. Dice la autora que ella es judía, hija de padres inmigrantes, que su yerno también lo es así como dos de las de las tres esposas del señor Tump y que la historia de los inmigrantes ha enriquecido y ayudado a construir la sociedad americana.Sin duda Estados Unidos ha sido reconocido como el ‘melting pot’, el país donde se han integrado personas de muchas nacionalidades, etnias y religiones en busca del famoso sueño americano que ahora el señor Trump quiere destruir con un discurso neonazi que causa pavor. Los iraníes residentes en Norteamérica son personas que enriquecen la academia, la industria, las artes, muchos salieron con el derrocamiento del Shah huyendo de los regímenes de los Ayatolas. No hay consistencia en los países escogidos, ¿por qué no Arabia Saudita, cuna del atentado del 9-11, ni los Emiratos Árabes, son musulmanes?, ¿o es que el señor Trump tiene grandes inversiones en esos países?Veo en mis sueños casas marcadas con una X para determinar dónde viven los musulmanes. Veo la casa de Anna Frank pero en Estados Unidos con niñas de pañoletas sacadas a patadas y enviadas a campos de concentración. Esta pesadilla es causada por un hombre prisionero de su propio invento. Según los analistas, en Rusia y Vladimir Putin es el que maneja a Trump. Un hombre sagaz, frío y calculador ex KGB, que no le ha temblado la mano para bombardear ciudades donde han perdido la vida niños y mujeres. Si a Putin le debe Trump las elecciones, hackeando los servidores de los demócratas ahora sí que es cierto que le tiene la cuerda pisada; y mientras Trump se entretiene con necedades, los bombarderos rusos atacan Avdiivka causando una situación de emergencia que podría desenlazar en un desastre humanitario. Frente a Putin, Trump es un ingenuo, sin experiencia, con poca capacidad intelectual, que se excusa diciendo que no sabe si será Putin su  amigo o no. Qué irresponsabilidad tan grande frente al mundo. Sigue en Twitter @Atadol