Beijing +20

Desde muchos lugares del mundo llegaron las mujeres hace 20 años a reunirse en Beijing, China, para la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer. Venían en aviones, barcos, trenes y hasta a dedo. El tren de la paz organizado por Wilpf transportó 200 mujeres y siete hombres que sin muchos reparos ayudaron a cargar las maletas y a hacer los trasbordos. En Nueva York nos volvimos a reunir para mirar el video que nunca nos llegó, recordar las amistades, los lugares visitados y las ilusiones y esperanzas que traería consigo La Plataforma de Acción de Beijing.En estos 20 años sí se han hecho cosas. En Colombia la ley de cuotas logró que por lo menos en el Gabinete de los últimos períodos presidenciales se cumpla con ese 30% que estableció la ley 581 del 2000. Ha habido mujeres en las ternas y algunas han sido seleccionadas. Pero qué duro ha sido el camino para llegar a la cima y qué viles han sido las zancadillas para impedirnos logar la igualdad. Tuvimos una mujer Ministra de Defensa y los militares le hicieron la guerra cuando se metió en sus finanzas corruptas. Tuvimos Fiscal y cuando trató de destapar los chanchullos del gobierno anterior le armaron una película de amor y de odio y la obligaron a renunciar. Hubo una Contralora que quiso investigar a un alto funcionario y la sacaron corriendo inventándole un juicio que la ha tenido al borde de la cárcel. Por fin hay mujeres en las altas cortes que se han mantenido al margen de los escándalos recientes.Según las estadísticas, Colombia es el segundo país en Latinoamérica con mujeres en altos cargos en el sector privado, pero, ¿si será eso cierto? En el sector financiero por ejemplo estamos mal.De los 40 miembros de la Cámara de Compensación de Divisas, solo hay una mujer gerente o Presidenta, y es la más reciente y la más luchada admisión. Hasta hace un mes no había ninguna. ¿Hay acaso un machismo soterrado en el sector financiero? Se ven séquitos de hombres rodeados de mujeres inteligentes y competentes cuya labor es proteger su ego y hacer eco muchas veces a sus locuras como ocurrió en el caso de Interbolsa. Las mujeres las tienen en los cargos comerciales sin poder de decisión y con metas imposibles y les dan títulos honoríficos como vicepresidentas como un paliativo para no sentirse discriminadas.Hay dos lunares enormes en la plataforma de Acción de Beijing Las estadísticas demuestran que la igualdad salarial es una utopía y que ante la crisis de la familia nuclear las mujeres hacen dobles jornadas con salarios deficientes. El otro es la violencia que ha aflorado con una mayor visibilidad de la mujer y que aún está lejos de solucionarse.